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San Fermín: Camisa aquí, pañuelo allá y mírate, mírate

Pamplona vuelve a apurar hasta última hora con la ropa de fiestas

San Fermín: Camisa aquí, pañuelo allá y mírate, mírateUnai Beroiz

A la derecha, con una vuelta y dos nudos. Juan mira cómo le queda la faja: “esta sí”. Es la primera vez que compra una desde que era pequeño; ahora “tiene 16 años y ya es hora”, comenta Merche, su madre. Patxi Navarro, gerente de Sucesores de Ortega, un local situado en el número 1 de la Calle Mayor, les asegura que “aquí solo vendemos calidad”. Después de que el año pasado los comercios vivieran “algo único”, “la gente va ahora mucho más despacio”, pero confían en que en los últimos días haya bastante más movimiento.

Patxi, Beatriz, Marta y María, con las camisetas y pañuelos de Ortega.

Iñigo Ardanaz y Verónica Corral abrieron la caja “de San Fermín” y se encontraron con algunas necesidades por las manchas de vino: Iñigo busca un polo liso, aunque quería alguno con el escudo de Pamplona. Santi Mata condena al mismo culpable: “me lo pasé muy bien en los toros y la lejía no funciona”.

En Numancia las ventas también avanzan tranquilas. Inmaculada Martínez atiende un pedido desde Huesca: no encuentran faldas de señora por ninguna parte. “Nosotros tenemos hasta tres tallas de faldas plisadas de jotera”. Por lo general, la clientela tiene cierta edad, pero “de cara a San Fermín viene todo el mundo. Como estamos en un sitio muy a tiro de piedra y tenemos un escaparate muy grande para que nos vean…”. Juana, una de sus clientas, le corta: “es el local de referencia”.

Por otro lado, Patricia busca en Eh! Toro un pañuelo personalizado para su hermana, que cumple el 14 de julio: “mis amigos se casaron, los amigos les regalamos uno así y quiero repetir con ella”. El diseño va a ser una fina línea dorada que dibuje un San Fermín y debajo el nombre de su hermana y la fecha del cumpleaños. A esta tienda situada al final de la calle Estafeta viene mucha gente de Pamplona, aunque también se acercan de fuera: “vemos a muchos ingleses, franceses, australianos… que compran sobre todo camisetas y pañuelos”, comenta Adriana Onofrei, una de las trabajadoras.

LA ROPA DE UN AÑO Nuria comenzó el negocio el 4 de julio del año pasado en un local situado en el número 1 de la calle San Saturnino y no pudo vivir el bulliciola habitual de los días previos a las fiestas. Ahora sonríe con los resultados de unos diseños que están dando sus frutos. El producto estrella son las mochilas y las camisetas, pero “vendemos muy bien porque hay un perfil para cada producto y con muchas tallas”.

NECESIDAD DE COMPLEMENTOS La ropa blanca necesita un buen pañuelo rojo, la faja, la txapela y las alpargatas, aunque solo los más tradicionales repiten todos los años. Inmaculada Martínez también lo cree así: “el de Pamplona de toda la vida lleva pantalón blanco, camisa de manga larga, txapela... vamos, de San Fermín, San Fermín. Ahora los jóvenes van de corto y sin mucho complemento”.

El pañuelo es de los pocos que se mantienen: “los de aquí suelen querer el que es doble, con el escudo y el santo, pero los extranjeros compran de todos los tipos”, confiesa Patxi Navarro. El que más les gusta es el que tiene bordado a un toro persiguiendo a un corredor en el encierro, una imagen mítica de los Sanfermines.

A los más pequeños les ofrecen la ropa y los complementos en miniatura; algunos tan especiales como la verga de kiliki. Iosu le pega con ella a su padre Miguel, que espera a que le traigan unos pantalones de una talla más porque “me he engordado”, ríe.