La comedia es una pieza teatral en cuya acción suelen predominar los aspectos placenteros, festivos o humorísticos, con desenlace casi siempre feliz. El nombre de la calle no podría ser más atinado. Comedias es el teatro de los sueños del vermú y los fritos en Pamplona. Un escenario gastronómico ideal que alcanza su punto álgido durante los Sanfermines, cuando pamploneses y foráneos disfrutan de los bares de la calle desde el mediodía y hasta altas horas de la madrugada.
Es un lugar de paso obligado, nexo de unión entre la Plaza del Castillo, San Nicolás y el Paseo Sarasate. En pleno centro de Iruña, es frecuentado en sus recorridos por las peñas e ineludible para todas las personas que quieran disfrutar de las fiestas.
Esta zona había recibido en la Edad Media el nombre de la Tripería por ser el lugar donde se preparaban tripas y mondongos, aunque en el siglo XVII se abrió aquí el primer teatro estable de la ciudad, un corral de comedias que terminaría por dar el nombre definitivo a la calle. En 1877 se cambió por Dos de Febrero, denominación que perduró hasta 1900 y desde 1903 a 1936, cuando se restableció como Comedias.
Sin duda uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, la calle contiene en la actualidad hasta seis bares: La Comedia y su infinita barra de pintxos; el Noé y su amplia carta de fritos; el Burgalés y sus barriles en la entrada; los dos pisos del precioso Patio de las Comedias; el mítico Café Roch, envuelto en un litigio por la licencia del local y que vuelve a abrir para estas fiestas de San Fermín y el nuevo Lilo Poke de comida hawaiana.
Además de la hostelería, la calle cuenta con numerosa actividad con la papelería de Comedias 23, las tiendas de ropa Why Not complementos, Saida Boutique, Izas Store, Bidean y Ruhna, la heladería Larramendi, la librería Elkar o la joyería de Óscar García. Eso sí, la mayoría de ellos cierran durante las fiestas, cediendo el protagonismo de la calle a bares y restaurantes.
El patio de las comedias
“Es una calle que apuesta por la gastronomía”
El lugar donde se ubica el Patio de las Comedias fue punto de referencia en la vida cultural de la Pamplona de los siglos XVII, XVIII y parte del XIX, y ahora quiere volver a serlo en pleno siglo XXI. La antigua Casa y Patio de las Comedias permaneció abierta desde 1608 hasta 1841, y por ella pasaron las mejores compañías teatrales de cada momento. Después, el edificio también fue prisión y hospicio. Ahora, el bar mantiene la esencia con un techo de 11 metros de altura y una bonita decoración que incluye un jardín vertical. “Queremos que la gente disfrute de buena comida y bebida en un espacio cuidado”, explica Aner Sarabia, uno de los camareros.
Durante los Sanfermines, la actividad del bar es enorme. Se llena “hasta los topes” el día 6, pero también tiene mucho movimiento el resto de jornadas. “Estamos en pleno centro, al lado de la Plaza del Castillo, en el medio de la fiestas. Desde el 6 hasta el 9 van a ser los días potentes y luego ya se calmará un poco la cosa. El principio va a ser una auténtica batalla, no vamos a parar”, remarca.
El local permanecerá abierto prácticamente a todas horas. “A las 9 damos los almuerzos, luego comidas y todo pintxos y cervezas, kalimotxos y kubatas todo el día. Sin parar. Salen pintxos constantemente porque es una calle en la que se apuesta mucho por la gastronomía. Luego, a partir de las 6 de la tarde ya empieza la noche. No damos cenas y aguantamos hasta las 6 de la mañana. Cerramos solo de 6 a 8 para limpiar y vuelta a empezar”.
En cuanto a los clientes, Aner Sarabia señala que hay un poco de todo, aunque predomina la gente más adulta, “de treinta y pico años para arriba”. “Hay mucho cliente local, sobre todo por las mañanas, pero a la tarde también llega mucho extranjero. Te puedes encontrar un poco de todo”.
Café Roch
“Queremos recuperar un sitio emblemático”
El Café Roch nació en 1898 y tuvo que cerrar en 2022 por un litigio por la licencia del local. Como ya hicieron el año pasado, volverán a abrir en San Fermín y a ofrecer uno de sus productos más famosos, sus fritos: de pimiento, de roquefort, de jamón y queso, de anchoa... Toda una delicia. “Es nuestro 125 aniversario y nos hace mucha ilusión abrir en estas fechas. Queremos recuperar un sitio emblemático y que la ciudad pueda disfrutar con nosotros”, explica Eduardo Valle Andrés Roch, que trabajara estas fiestas junto a Iñaki y cuatro empleados más: Cire, Fermín, Nekane e Ibai.
Papelería comedias 23
“Cerramos y lo forramos para que no se ensucie”
En una calle en la que predominan los bares, también hay lugar para otro tipo de negocios, aunque la mayoría cierran por San Fermín. Así lo cuenta Luis Irisarri, dependiente de la Papelería Comedias 23. “Vamos a cerrar en San Fermín, del 6 al 17 porque aquí no tenemos nicho de mercado en estas fechas. Y el 17 a limpiar las verjas, porque se pone como se pone. Es una calle de tránsito para bares y gastronomía, una zona de fiesta. La gente no viene a comprar bolis o papel en Sanfermines. Como mucho algún despistado de algún bar, pero no nos renta”.
Además, tienen que dejar todo bien recogido para que no se estropee. “Como pasan las mangueras y contamos con un par de ventanas que dan a Sarasate, tenemos que forrarlo todo porque nos entra agua. Los Sanfermines son más pérdida que beneficio para esta papelería. Hay que tapar las ventanas y retirar objetos”.
“También soy vecino de lo viejo y, al ser joven, disfruto algunas cosas, pero otras no. La suciedad no gusta en ningún lado y es algo que sufrimos. Luego, para dormir me voy a casa de mis padres porque en una zona céntrica no se puede”.
Bidean es una tienda de ropa que también optará por cerrar. “Ponemos una placa de madera para taparlo todo. Así es como hemos venido haciendo siempre. Es una calle de mucho tránsito y en la que hay muchos bares y no podemos abrir”, explica Jone de Santiago.
Por último, la Heladería Larramendi abrirá todos los días excepto el 6. Estarán hasta las 11 de la noche y esperan que haya mucha gente. “Parece que va a hacer buen tiempo y siempre es buen momento para disfrutar de un helado en medio de la fiesta”, concluye el trabajador mientras sirve un refrescante helado de limón.