La despedida de los gigantes, cabezudos, kilikis y zaldikos se ha visto envuelta en la polémica, tras el veto de la alcaldesa, Cristina Ibarrola, a la recepción de la Comparsa por parte del Gobierno de Navarra. En un primer momento, estaba previsto que tras la despedida en la Plaza del Castillo fuesen recogidos en el Palacio de la Diputación, situado en la misma plaza, pero a última hora, alcaldía decidió que finalmente se desplazasen al ayuntamiento.

Al celebrarse frente al Palacio de Navarra, se decidió que sería ahí donde se guardasen este año, al igual que se hacía en el Ayuntamiento cuando la despedida se celebraba frente a éste, pero la programación a última hora de ayer por parte del Ejecutivo foral, sin previo aviso, de una recepción oficial a cargo de la presidenta, María Chivite no gustó nada en el Consistorio, que rápidamente movió sus hilos para tratar de impedir que se produjera esa foto.

Por eso, sobre las 21 horas del día 13, desde Cultura se pusieron en contacto con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos para indicarles que había habido un desencuentro entre ambas instituciones, por lo que, por orden directa de alcaldía, las figuras debían regresar tras la despedida para ser guardados en el Ayuntamiento

En una conversación telefónica, pasadas las 00 horas del 14, la Comparsa mostró su malestar a causa de tanto cambio, y el Ayuntamiento les emplazó a reunirse esta mañana para concretar qué se acabaría haciendo.

Finalmente, hoy por la mañana se les ha dado a elegir si querían guardar a los gigantes en el Ayuntamiento, o bien trasladarse en kalejira a la Estación de Autobuses, opción por la que optó la Comparsa, al negarse a acudir al Consistorio. Tras ello, el Gobierno de Navarra ha emitido un comunicado anunciando la cancelación de la recepción que estaba prevista: “Se cancela la retirada de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos en el Palacio de Navarra, prevista para este viernes, día 14”.

Desde el Consistorio han argumentado la decisión por motivos “logísticos” para no tener que trasladar de nuevo hoy a los Gigantes hasta la Estación. Sin embargo, lo cierto es que todos los años se guardaban en el Ayuntamiento tras el acto, para ser trasladados al día siguiente a Autobuses. Mientras, desde el Gobierno señalan que se trata de una decisión política en plena campaña electoral.

Malestar en la comparsa

Antes de que los Sanfermines sumergieran a la ciudad en la fiesta más absoluta, ya había causado malestar en la Comparsa el cambio de ubicación del acto de despedida, que últimamente se venía celebrando en la Plaza Consistorial. El traslado a la Plaza del Castillo se realizó, al parecer, con la intención de que cupiese más gente que en años anteriores, pero lo cierto es que el kiosko impide la visión y todos los asistentes han tenido que hacinarse entre éste y el escenario, a ambos lados del espacio reservado para los bailes.

La de este año no ha sido la primera vez que la despedida de los personajes favoritos de los y las txikis cambia de ubicación. Hace unos años se celebraba en la antigua Estación, ya en desuso. De ahí se trasladó a la nueva, para volver a trasladarse a la plaza Consistorial. Finalmente, cuando esa última opción parecía enraizada, el Ayuntamiento decidió moverla al Castillo, en contra de la opinión de la Comparsa.