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Txistus para la memoria

El evento, organizado por Euskal Herriko Txistulari Elkartea y el Ayuntamiento de Pamplona, ha contado con una centena de txistularis

Fotos del Alarde de Txistularis de San Fermín 2024Unai Beroiz

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El Alarde de Txistularis, organizado por Euskal Herriko Txistulari Elkartea y el Ayuntamiento de Pamplona, ha celebrado su 65ª edición en el Paseo Sarasate. Este evento anual ha albergado a más de un centenar de txistularis y músicos que han sido dirigidos por el nuevo director, Xabier Olazabal. En este evento, además de los txistularis de Pamplona, han participado la Coral de Villava-Atarrabiako Abesbatza, dirigida por Íñigo Casalí, los músicos de complemento –la batería, piano, trompetas y demás–, y la Danserie Ensemble, que celebra su 25º aniversario.

El repertorio de esta edición ha tenido el objetivo de visibilizar la variedad del txistu. Para ello, han hecho una mezcla entre canciones antiguas y composiciones contemporáneas, creando una mezcla muy diversa. Patxi Rodriguez, presidente de la Asociación navarra de Txistularis, ha asegurado que “todos los años hacemos estrenos con músicas nuevas para crear un variopinto mundo musical”. Sobre la llegada de Xabier Olazabal, ha apuntado que podía aportar “solidez y frescura”, aunque también ha querido indicar que las nuevas generaciones son imprescindibles porque “dan una seguridad enorme a todo el elenco de músicos y son la esperanza de todos”.

Alejandro Gurbide e Iñaki Aizpurua, txistularis consagrados y guipuzcoanos, han señalado que la novedad de este año es que “hay cuatro o cinco canciones de música barroca”. Acerca de la diversidad del txistu, han sostenido que “es un instrumento autóctono de aquí y ahora se está consiguiendo que se mezcle con otros instrumentos y se pueda complementar con otras bandas y orquestas”. 

Por su parte, Garikoitz Mendizabal empezó a tocar el txistu con ocho años y durante 20 años ha sido director de la banda de txistularis del Ayuntamiento de Bilbao. Él lleva viniendo a este alarde desde 1995 con los txistularis de Tolosa. “Aquí es costumbre centenaria que los txistularis de Tolosa vengan a San Fermín y los de Pamplona vayan en San Juan a Tolosa”. Mendizabal, que para muchos de sus compañeros “es el mejor txistulari del mundo”, ha remarcado que “en Navarra hay una generación de txistularis que están trabajando intensamente” y que “desde los conservatorios hacen una muy buena labor”. La juventud, según él, es clave para conjugar la tradición con la modernidad. 

Inar Lezaún, de 22 años, que lleva participando en el alarde desde que tenía 9 años, ha presumido de sus compañeros porque “cada vez hay más gente joven, se nota más ilusión y un futuro prometedor”. Para una compañera suya, Yaiza González, de 21 años, es la octava edición de este alarde. Sobre la edición de este año y el futuro próximo ha asegurado que “es un concierto más ameno, ponemos ganas a lo que hacemos y parece que esto va para largo”. 

Dantzaris de Ortzadar, homenajeando la Gamazada.

En este acto tampoco han faltado los y las dantzaris de la asociación Ortzadar, que celebra su 50º aniversario interpretando danzas y música tradicional vasca. Dos de ellas, Ana Urra y Lorea Gurutzadar, han participado por primera vez en este alarde. “En noviembre bailamos la Gamazada en el Labrit y a la asociación de txistularis le gustó tanto que quisieron colaborar con nosotros”, han explicado. También han afirmado que habían creado un grupo muy bonito que “es mucho más que dantza”.

Este concierto se ha dividido en tres partes. La primera ha estrenado diferentes obras y versiones. La segunda se ha basado en un homenaje a los 130 años de la Gamazada que ha colaborado con Ortzadar, haciendo cinco dantzas e interpretando Gernikako Arbola y una habanera. El tercer espacio ha contado con Danserie Ensemble, que ha interpretado principalmente música del Renacimiento. Para terminar, como es costumbre, ha sonado la Biribilketa de Gaínza con Eneko Azparren, la primera composición que suena tras el Chupinazo.