Seis encierros con sus 36 toros. Y hasta los jandilla de este viernes, ninguno había corneado. San Fermín 2024 está dejando carreras tremendamente limpias y escuetos balances de heridos. Hasta el jueves todos han recibido el alta el mismo día y a pocas horas del ingreso. Que así siga. Y se da la circunstancia de que, hasta el momento, los mansos y las vacas pinchan tanto como los toros bravos. Uno por cabeza.
En el primer encierro un corredor de Beriáin sufrió una herida leve por asta en el paladar –los servicios médicos la consideran cornada–, y se la provocó un cabestro. En el encierro posterior, día 8, carrera protagonizada por la ganadería de Cebada Gago, un estadounidense recibió un puntazo en la frente en el tramo de Mercaderes: brecha y 16 puntos, pero no computa como cornada.
Ese mismo día, ya en la suelta de vaquillas posterior de la plaza, el que sí sufrió una cornada, tuvo que ser intervenido de urgencia en la enfermería de la plaza e ingresado posteriormente en el HUN, fue el onubense José Antonio Ramos, al que la vaca le lesionó la arteria femoral. Ya ha recibido el alta.
Este viernes los Jandilla sí han pinchado al veterano corredor francés en la axila el tramo de Santo Domingo, del que no obstante preocupa más el traumatismo craneoencefálico que la propia cornada. Seis encierros y tres heridas por asta: una de toro, una de manso y una de vaca.