Le pudo la euforia tras el encierro del lunes con los Cebada Gago y acabó con una lesión en la arteria femoral, de pronóstico grave, por culpa de una vaquilla a la que recibió en la puerta de toriles para echar “unas risas” en la suelta de la Plaza de Toros, en cuyo quirófano fue intervenido de urgencia.
Es la única persona que ha sido y permanece ingresada –es probable que reciba hoy mismo el alta– en cuatro días de encierros. También el único con cornada. Una cornada envainada en la que el cuerno entra pero no rasga. José Antonio Ramos, vecino de Huelva de 36 años, recuerda ahora su percance con la misma guasa con la que se colocó delante de la vaca. “Otra manera no nos queda”.
Ramos llegó el viernes a Pamplona con José Manuel Melado y dos amigos más de Huelva. “Son varios años ya los que venimos, y esperemos que no sea el último”, explica.
Asiduos a la fiesta desde 2019, “hemos corrido algunos encierros, y sabíamos todo lo que conlleva Sanfermines. Lo festivo y lo no festivo. Y todos los años corríamos dos o tres días”, añade.
El pasado lunes cumplieron con la tradición en el encierro de Cebada Gago “en el primer tramo de Estafeta, el que siempre solemos correr. Hubo poca gente y lo corrimos bastante bien. No sé si me entró a mí euforia, porque ya en las capeas no nos solemos quedar mucho tiempo, vemos a lo mejor dos o tres vaquillas y ya nos vamos a desayunar. Pero me vino la euforia de los Cebada Gago, recibí la primera vaquilla, estuve un poco con ella... y ya en la segunda llamé a mi amigo y le dije; ‘vente conmigo, que vamos a recibirla allí en la puerta y echamos unas risas”, recuerda.
"Recibí la primera vaquilla, estuve un poco con ella... y ya en la segunda llamé a mi amigo y le dije; ‘vente conmigo, que vamos a recibirla allí en la puerta y echamos unas risas”
“Y las risas nos las hemos echado”, se ríe su amigo de la infancia José Manuel Melado, que le acompañaba en la puerta de toriles –Ramos hizo de escudo– y le acompaña ahora en el hospital hasta que le den el alta.
La vaca fue directa a a José Antonio “con tan mala fortuna que ni la pude esquivar, se me fue derecha y me dio la cornada en mal lugar. Me cogió entre la ingle y el muslo, lo noté rápido. Fue cuestión de segundos de decir, ‘voy a los sanitarios porque yo mañana tengo que correr el encierro. Cuanto antes me den un calmante o me mire mucho mejor’”, se dijo.
Sin embargo, “evolucionó todo a peor, porque tenía una inflamación bastante grande. A mí se me baja la tensión con los temas médicos... y me bajó la tensión. Cuando me asistieron vieron que se me dormía la pierna y tenía bastante dolor, con lo cual tenía la arteria femoral obstruida, había que intervenir rápidamente porque tenía una hemorragia interna”, recuerda.
Tras el susto, este miércoles se encontraba “bien. Una vez que pasó la intervención, me encontré bien. Un poco dolorido, pero ya tenía sensibilidad en toda la pierna. y hoy ya voy a empezar a andar”, ha asegurado.
Estos dos amigos tenían intención de regresar el martes a su tierra. “Si dios quiere” a Ramos le darán el alta este jueves y podrán marchar. Con la idea, eso sí, de volver otro año y ponerse delante de los toros. De las vacas quizá no. “Tengo intención de correr porque al encierro no le he cogido miedo... ha sido en la capea”.
