Síguenos en redes sociales:

San Fermín 2025 | Pablo Gil, enganchado por el cuerno: "La camiseta rota se viene para Castellón"

Este corredor de 36 años regresaba a los encierros después de un parón de ocho años por motivos laborales y familiares | Ha notado que algo le empujaba, y por la fuerza ha descartado que fueran otros mozos: "Es cuando he visto el toro", ha relatado

Pablo Gil es arrastrado por Orrojado en la calle Estafeta.Javier Bergasa / Unai Beroiz / Iñaki Porto / Oskar Montero / Iban Aguinaga

186

Pablo Gil y Luis Pachés, oriundos de Almazora/Almassora, han entrado esta mañana al recorrido para participar en el último encierro de este año para ellos. Ambos pertenecen a la peña taurina Gent del Bou. Pablo ha exhibido el nombre y logotipo de esta agrupación en el polo que el toro castaño Orrojado ha enganchado en su pitón derecho y que ha propiciado que arrastrara al corredor durante unos metros en la calle Estafeta.

"Han sido unos momentos tensos, pero a mí me ha parecido que ha ocurrido más rápido de lo que las imágenes en televisión han emitido. Así lo estoy comentando a familiares y amigos que me están llamando por teléfono o escribiendo en el WhatsApp", ha contado Pablo, de 36 años, en una conversación telefónica con este periódico cuando ya se dirigía al mediodía en coche hasta su localidad, situada en la provincia de Castellón.

550 kilos de toro

Ha relatado cómo ha vivido ese instante: "La manada ha girado la curva de Mercaderes y ha entrado en Estafeta: el toro rojo -de 550 kilos- se ha cruzado de un lado a otro como una bala y nos ha arrollado a varios mozos, y a mí me ha arrastrado al cogerme de la camiseta con el asta. Una vez que la prenda se ha roto, he pegado con la cabeza en el suelo y me he hecho un pequeño corte".

Los servicios sanitarios le han aconsejado que una vez que regrese a Castellón, vaya al centro de salud para que le vuelvan a ver la herida y valorar la necesidad de dar algún punto, que en un principio han descartado. "Me han atendido perfectamente", ha agradecido Pablo, que también ha reconocido que se ha llevado un buen susto.

Este corredor ha confesado que "ha sido muy gratificante experimentar qué se siente cuando el toro te coge". Le han empujado, pero ha descartado que fueran corredores por la fuerza que ha notado. "Me he girado y he visto al animal"; ha repetido.

Desde el domingo

El corredor, aficionado a los toros desde pequeño al ser una tradición que pasa de padres a hijos en su localidad natal, viajó con su amigo Luis el día del Chupinazo para participar en los tres primeros encierros con las ganaderías Fuente Ymbro, Cebada Gago y Álvaro Núñez. "Nos hubiera gustado correr más días, pero por motivos laborales y familiares no vamos a poder", ha especificado Pablo, quien regresaba a Sanfermines después de ocho años.

La primera vez que corrió un encierro se remonta a 2016 y repitió un año después. Tras 2017, abrió un largo paréntesis por temas de trabajo, la covid y su paternidad: tengo una hija de tres años, Lola, y otro de dos recién cumplidos, Oliver, que "me han hecho ausentarme", ha especificado.

En 2025 ha vuelto a Pamplona, y ha regresado a Castellón con una camiseta rasgada por el morlaco de la ganadería gaditana debutante este miércoles. "San Fermín nos ha echado varios capotes tanto a mí como al resto de chavales que se ha llevado por delante este toro en la Estafeta. Nos podía haber corneado, y a mí solo me ha pasado cerca del hombro", ha reiterado.

La Estafeta de Almazora

Pablo y Luis pertenecen a la peña Gent del Bou, fundada hace cinco años, por personas que se consideran "verdaderas aficionadas a los toros". Han sumado hasta 250 integrantes.

Su localidad organiza festejos taurinos, incluso llaman a una de sus calles la Estafeta de Almazora, y en la Estafeta de Pamplona ha sufrido la enganchada este mozo. "Si no fuera por el dolor en el costado y porque tengo que regresar a casa, mañana -por este jueves- corría el encierro", ha dicho este mozo, que además pertenece a otra peña taurina, con una antigüedad de unos 20 años.

Pablo -una vez atendido- y Luis -que suma once años consecutivos en los encierros de Pamplona- han almorzado para luego montarse en el coche, dirección Castellón. "Cuanto antes lleguemos a casa, mejor. Si te quedas a comer, se alarga la tarde", ha bromeado Luis desde el asiento del conductor.