pamplona. ¿Qué particularidades presenta una herida por asta de toro?
Es una herida que va a tener mayor o menor importancia desde un punto de vista externo pero con muchas lesiones internas, de gravedad variable. Tiene posibilidad de contaminación e infección secundaria.
Hemos visto la rápida recuperación de Julio Aparicio tras la dramática cogida en la que el asta del toro le asomaba por la boca, ¿son los toreros de otra pasta que los futbolistas, cuyas lesiones se prolongan meses?
El futbolista sufre lesiones traumáticas o relacionadas con el sistema músculo esquelético cuya curación lleva más tiempo: una fractura de tobillo tarda en sanar tres meses mientras que una cornada, si no tiene grandes lesiones asociadas y se ha tratado con rapidez, permite al torero volver a los ruedos en quince días.
¿Es diferente la cornada de un encierro a la de una corrida de toros?
No, aunque un elemento diferenciador es el tema del traje. Cuando viene un mozo, cojo la tijera y le corto el pantalón, mientras que con un torero debes tener cuidado para quitarle el vestido. Si está estable y la cornada no sangra, el mozo de espadas o el ayuda le desviste. Un traje vale mucho dinero, unos 1.000 euros.
¿Influye en la gravedad de la cogida el peso del toro y el estado del asta?
Las astas están todas sucias y contaminadas, eso eleva el riesgo de infección, más si hay cuerpos extraños en la herida, y el toro cuanta más fuerza posea más capacidad de lesión tiene. Durante la cogida, en un primer tiempo se produce el choque de una masa en movimiento, de 400-700 kilos con una velocidad de 20-50 km/h, sobre un cuerpo inerte. En un segundo, se da un efecto palanca producido por el cuello del animal -con gran fuerza en los músculos de la nuca-, la resistencia del punto de entrada del cuerpo del corneado, y el punto de apoyo trasero del animal.
¿Son peores la cornadas de toros afeitados?
Hay que distinguir el afeitado legal del ilegal. El primero es el del toro de rejoneo, que se realiza para evitar lesiones al caballo. Las heridas que producen estos toros, afeitados y no arreglados, son muy importantes. En el caso de los toros afeitados pero arreglados, los pitones son incluso más puntiagudos que los naturales. La razón para afeitar a un toro es que pierda la propiocepción, es decir, calcule mal las distancias por eso el riesgo de cogida es menor. Además, el toro tendría, teóricamente, el asta afeitada más sensible, así que al topar con el torero o mozo no empujaría tanto por el dolor. El toro recupera la propiocepción en dos semanas.
¿Distingue un cirujano si la cornada la ha propinado un toro afeitado?
No. Además, en Pamplona todos los toros están sin afeitar.
¿La peor cornada imaginable?
Se me ocurren dos: una que atraviese el corazón es mortal de necesidad y la que sufrió Padilla, que le atravesó el cuello, pero si hubiera entrado por detrás, lo que hubiera causado arrancamiento de los vasos del cuello, esófago y traquea. También las cogidas con heridas producidas por el asta contra un elemento duro, la barrera o pared, pueden ser graves y para ello no es preciso que se produzcan a gran velocidad. Siempre habrá cornadas mortales de necesidad pese a los avances médicos.
¿Lo era la que mató a un corredor el año pasado en Pamplona?
Era una lesión de grandes vasos, que produce una exanguinación prácticamente inmediata. Hubiera muerto en cualquier sitio y en cualquier caso aunque la herida se hubiera producido en la puerta de un hospital.
Las peores que recuerda.
Hace más de 20 años, la cornada a un picador que le atravesó hígado, diafragma y entró en el tórax, la de Padilla y la de Julen Madina.
¿Dónde son más frecuentes?
En extremidades superiores e inferiores, sobre todo, los muslos.
¿Hay que tener el mismo miedo a las lesiones traumatológicas o musculares que a una cornada?
Desde un punto de vista vital, no, pero desde el funcional y de tiempo de recuperación, puede que más.
¿Qué avances se han producido en cirugía taurina?
Los más importantes vienen del uso de nuevas tecnologías: la ayuda del ecógrafo y la laparoscopia.
¿Quiénes son más miedosos los toreros o los corredores?
Los toreros tienen miedo a las jeringuillas y son supersticiosos. Es raro que uno nos venga a ver a la enfermería si le hemos atendido, mientras que es habitual que los mozos nos visiten: hasta un jamón nos trajo un corredor cogido en un glúteo.