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"Dando el cante" para que jóvenes gitanos dejen las calles y se pasen al flamenco

Una campaña de la Asociación la Majarí busca formar a adolescentes de etnia gitana mediante la música

"Dando el cante" para que jóvenes gitanos dejen las calles y se pasen al flamencoJavier Bergasa

pamplona. El flamenco fue el protagonista ayer en el civivox de la Rochapea. Los grupos Dulce Gabana y Son Lachosinterpretaron varias canciones ante los casi cien asistentes al concierto. Pero la cuestión radicaba en que estos grupos están impulsados por la Asociación Gitana La Majarí, en un proyecto denominado Dando el cante y que se enmarca dentro de una actividad de educación, prevención y promoción para la salud destinada a jóvenes de entre 14 y 20 años de étnia gitana.

Esta iniciativa la pusieron en marcha hace un año los responsables del área de prevención y de drogodependencias de la Asociación. Se trataba de llegar a los jóvenes gitanos mediante la música. "Nos dimos cuenta de que los jóvenes se ponían a tocar la guitarra en los frontones, por lo que se nos ocurrió la idea y salimos a la calle a contársela", explicó Mikel Buil, responsable del proyecto junto a Vanesa Goñi y Roberto Urruti. De este modo, siete chavales se acogieron a la iniciativa en un primer momento. Desde entonces, han pasado veinticinco y ayer, tras el éxito del concierto, otros siete jóvenes se acercaron a Mikel Buil para decirle que querían colaborar.

Se trata de formar un grupo de flamenco e ir a ensayar a La Majarí. Cuatro horas a la semana concentradas en un día. Así pueden acudir varios grupos. El incentivo es grabar una canción al mes y, al final del año y como ya han hecho, publicarlo. Durante el concierto, al módico precio de tres euros, se podía adquirir el cd con las canciones interpretadas por los jóvenes de la Asociación.

Lo importante para Mikel Buil y el resto del equipo, no obstante, es la labor educativa que pueden desarrollar durante los ensayos. "Ellos vienen a hacer música, pero yo aprovecho para hablarles de salidas profesionales, de temas de salud, orientación...", explicó Buil. Igualmente, Mikel Buil comentó que entre los aspectos más importantes estaba el hecho que "mientras ensayan, ya no están en la calle, sino que trabajan y crean arte", algo que supone "una subida de autoestima muy necesaria para un colectivo tan excluido como es el pueblo gitano".

Otro de los factores positivos de esta iniciativa es "el interés de los chavales por fusionar su música con la música paya, como el jazz o el regetón, y la integración que ello supondría", argumentó Mikel Buil.

mucho trabajo por hacer Todavía queda mucho camino por recorrer para alcanzar la meta de la integración. Aunque algo se ha avanzado. "Antes los niños gitanos dejaban el colegio al terminar Primaria, ahora lo hacen al llegar a la ESO", analiza Buil, "pero ahora falta dar el último paso y que lleguen a la universidad", concluyó. Otro avance significativo ha supuesto que "las niñas gitanas no se casen a los 13, pero todavía lo hacen a los 17", afirmó Buil, quien razonó que sigue tratándose de una edad "muy temprana".

El problema, sin embargo, radica en que esta iniciativa, que ha tenido "una gran demanda", según comenta Buil, no tiene muchas opciones de continuar el año que viene y la labor realizada podría verse finiquitada antes de tiempo. Los recortes presupuestarios han afectado a la Asociación y de momento no dispone del dinero necesario para seguir con la iniciativa el próximo año. El futuro de Dulce Gabana y Son Lachos se encuentra en el aire.