Activistas de Greenpeace 'conquistan' la central de Cofrentes para pedir su cierre
Una veintena de activistas de Greenpeace han accedidoa la central nuclear valenciana para pedir su cierre definitivo
MADRID. Fuentes de Greenpeace han informado a EFE de que la acción para reclamar el cierre de esta instalación "está muy avanzada" y la veintena de activistas que han entrado en el complejo de la central "continúa trabajando" pese a la presencia de medios policiales.
Según se relata en la página web de la organización en tiempo real, los ocho activistas que han escalado la torre de refrigeración "se encuentran bien" y "han montado un pequeño campamento con lonas para refugiarse de la lluvia" mientras intentan completar la pintada con el término "nucler".
La empresa Iberdrola, que explota la central nuclear, asegura en un comunicado que las fuerzas y cuerpos de seguridad desplazadas hasta estas instalaciones "han tomado el control de la situación".
Asimismo, remarca que la acción de protesta de "un grupo de activistas antinucleares" se lleva a cabo "lejos de los edificios nucleares de la planta".
La dirección de la central nuclear ha decidido declarar esta mañana la "alerta de emergencia", de acuerdo con su Plan de Emergencia Interior.
En un comunicado, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informa de que ha activado su organización de respuesta a emergencias, que implica la constitución de su sala de emergencias (SALEM) y el mantenimiento de una continua comunicación de la misma con el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno en Valencia.
La central, según las mismas fuentes, "continúa funcionando en condiciones estables y con todos los sistemas de seguridad disponibles".
Los ecologistas pretenden denunciar lo que consideran falta de seguridad de la central, que entró en funcionamiento en 1984 y cuya autorización de explotación está pendiente del informe del CSN y posterior decisión del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
LAS PETICIONES DE GREENPEACE Mediante un comunicado, Greenpeace demanda al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que "apueste por un modelo energético verdadeamente seguro" y le pide que "cumpla el compromiso de su partido de poner en marcha un plan de cierre de las centrales nucleares, así como de potenciar las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética".
Por último, Greenpeace incide en que la central nuclear de Cofrentes es una instalación "peligrosa" que "cuenta con un interminable listado de fallos y de problemas de seguridad sin resolver, lo que evidencia el agotamiento de su vida útil".
Entre las deficiencias identificadas, Greenpeace destaca las relacionadas con los sistemas de lucha contra incendios, el acceso a la Sala de Control, el aumento de las dosis recibidas por los trabajadores en el mantenimiento, el desafío a los márgenes de seguridad en los sistemas de refrigeración de emergencia o la tardanza en los análisis de sucesos.
"No tiene sentido asumir ese riesgo, que podría tener un altísimo coste para la salud, el medio ambiente y la economía, cuando la viabilidad técnica y económica de un sistema de generación eléctrica basado al 100% en tecnologías renovables es un hecho ya comprobado", ha concluido Bravo.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tiene de plazo límite hasta el 23 de febrero para hacer una propuesta al Ministerio de Industria, que tendrá un mes para tomar una decisión, según han informado a Europa Press fuentes del CSN.
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