Las estafas románticas o amorosas se han disparado en los últimos años y ya representa un 13% en el Estado. Las estrategias diseñadas por los timadores son cada vez más sofisticadas y más convincentes, por lo que resulta caer en ellas. Básicamente consisten en que los estafadores crean perfiles falsos en redes sociales o aplicaciones de citas para simular un interés amoroso, ganarse la confianza de sus víctimas para que les envíen dinero bajo pretextos falsos. Un ejemplo es el de Paul Davis, un hombre británico de 43 años con residencia en Southampton, que tras haber sido víctima de una estafa emocional a través de inteligencia artificial ha expuesto su caso en la televisión nacional.

Lo que comenzó como un mensaje de quién él creía que era la actriz Jennifer Aniston, terminó costándole 200 libras esterlinas en tarjetas de regalo más un golpe psicológico considerable. Un día recibió una imagen de un supuesto carné de conducir de Jennifer Aniston, seguido de un mensaje directo: “Te amo. Envíame ayuda”. Convencido de la autenticidad de la imagen, Paul transfirió el dinero a los estafadores: “He pagado 200 libras y fui engañado. Una vez timado, escarmienta uno”. En este caso, los criminales utilizaron una combinación de vídeos ultra realistas y documentación falsificada, elaborada con IA para ganarse la confianza de la víctima.

Romances estafas con IA

El caso de Paul Davis no es un caso aislado. Las llamadas ‘estafas amorosas’ se han multiplicado en Europa en los últimos años. Por ejemplo, en Francia, una mujer de 53 años denunció haber sido estafada por más de 830.000 euros tras mantener durante un año y medio una relación a distancia con un supuesto Brad Pitt. El estafador le enviaba imágenes generadas con IA alegando que padecía cáncer y no podía acceder a su dinero debido a su divorcio con Angeline Jolie. En el Estado, la Guardía Civil detuvo a cinco personas e investigó a otras diez por estafar 325.000 euros a dos mujeres haciéndoles creer que mantenían una relación sentimental con el mismo actor de Hollywood. Las víctimas suelen encontrarse en situaciones vulnerables: carencias afectivas, estado depresivo y más. 

Daño financiero y emocional

Lo ocurrido con Paul Davis es parte de una ola global de estafas digitales que explotan tanto el avance tecnológico como la soledad y la desinformación. Las estafas de romance con celebridades llevan años ocurriendo, y con la llegada de la IA es mucho más fácil suplantar identidades. Este fenómeno también conocido como romance scam, es un claro ejemplo de cómo la ciberdelincuencia explota la necesidad humana de efecto y compañía y supone un gran impacto emocional para las víctimas. El perfil suele ser el de mujeres de mediana edad con cierta independencia económica, que buscan relaciones serias y están dispuestas a creer en el amor romántico que se les presenta. Además, las experiencias pasadas o el deseo de llenar un vacío afectivo, las convierte en blancos fáciles para los estafadores.