PAMPLONA. Van generando titulares. Son noticias llamativas ylos hechos de los que hablan hacen un daño terrible. Es un fenómenoimparable. Y lo peor es: ¿Cómo se detiene esto? ¿Cómo retraera alguien de que no puede ni debe adentrarse en Internet en unperfil social que no sea el suyo, en un correo electrónico queno le corresponda, en una identidad que no le pertenece? A partirde ese delito de usurpación del estado civil, de la identidad,se cometen seguidamente una barbaridad de delitos que ya handesembarcado en Navarra, donde la Policía Foral ha detectadoentre 2010 y 2011 un crecimiento exponencial en las denunciasinvestigadas por casos relacionados con suplantación de la personalidad.Han pasado de suponer el 20% de los casos que investiga el Grupode Delitos Informáticos de Policía Foral durante el año pasadoa que sean el 34% en el ejercicio actual, cerca de una treintena.

"Y esto no para, cada vez va a más porque va parejo a la evoluciónde la tecnología. Ahora cualquiera puede acceder desde un móvila Internet y la tecnología 3G, que hace años era algo ininteligible,ahora está muy extendida", explica el jefe del grupo del cuerpoautonómico. "Esa usurpación es un tipo de delito que en muchosde los casos es el vehículo o medio para cometer otros delitos.Yo suplanto la identidad de alguien porque busco un motivo: calumniar,injuriar, amenazar..."

"Y nadie está a salvo. Hay que tener un cuidado asombroso conestas cosas, porque pueden suponer una muerte social para esapersona, para la víctima. ¿Cómo se repara ese daño? Todo lo queentra en la red ya no sale. Habrá gente que solo conocerá laprimera parte, que fulanito ofrece servicios sexuales en unaweb o que insulta a diestro y siniestro, pero no sabrán que todoes mentira ni que, por ellas, ha habido detenciones", comentael experto.

DOS MOTIVACIONES DISTINTaS La Policía Foral, que cuenta desdehace año y medio con este grupo especializado en este tipo dedelitos, dio a conocer esta semana la detención de un vecinode la Ribera por colgar en una red social un perfil falso desu expareja. Obviamente lo único que buscaba era hacerle daño,perjudicarle, así que ponía con toda paz su domicilio, teléfono,ofrecía sus servicios y lo hacía incluso desde la casa de lavíctima, sin que esta supiera nada, y aprovechando la red wifiabierta de un vecino. Esta motivación, la de la venganza emocional,es el caso típico entre adultos que suplantan la identidad enla red. "Los grupos principales que cometen estos delitos sonlos adolescentes, de 14 a 18 años, y las personas adultas despechadas.Y lo que les diferencia es la motivación". Mientras entre losmenores buscan algo lúdico, de cachondeo, cosas triviales comofastidiar a un amigo que les ha hecho un feo, e incluso muchosde ellos desconocen la trascendencia que pueden tener esos comentarios;los adultos conocen algo mejor la realidad "son más metódicosy suelen actuar por despecho. Pero también, aunque analizan mejorla situación, suelen tener un desconocimiento importante porqueen la red todo deja rastro", detalla el policía foral. "Mi mejorconsejo para las personas separadas sería que no solo pidieranlas llaves de casa a su expareja, sino que además cambiaran todaslas contraseñas de Internet para que no pudiera acceder a ellas".

POCO RIESGO, GRAN DAÑO Pero ¿por qué ha empezado a surgir estetipo de delitos y resultan cada vez más usuales? Sin duda, porqueparejo al avance tecnológico, va unido un sentimiento de mayorprivacidad de la gente. Así, el que antes se atrevía a pincharla rueda del coche del vecino, ahora no se arriesga a que levean por la calle y, desde su propio cuarto, puede actuar dela misma manera insidiosa y dañina pero sin exponerse.

El agente recalca que la investigación de este tipo de casosresulta compleja porque "llegar a las máquinas es fácil, perolas máquinas sólo nos dicen números y lo que nosotros queremoses determinar quién ha estado usando esta máquina". Por eso,señala el experto, "en este tipo de casos hay una pregunta clave:¿de quién sospechas? Porque la mayor parte de las veces el queusurpa el perfil de otra persona pertenece a su entorno familiaro forma parte de su círculo de amigos. Si hubiera alguna sospecha,ya no partes de cero, ya habría un hilo del que tirar, porquemuchas veces esas sospechas dan en el clavo". Esa pista te encaminapara abrir una vía de investigación. Al menos no partes de cero,tienes un hilo del que tirar.

Cultura de la privacidad. La prevención pasa principalmentepor inculcar en los menores una cultura de la privacidad, esdecir, conseguir que, sobre todo, los menores sean conscientesde los riesgos existentes al exponer datos personales públicamentey valoren la privacidad de sus datos. Los menores suelen serinconscientes de que cometen un delito y se llevan sorpresa alser imputados.

l Tuenti, también para que los adolescentes usurpen identidadesajenas. Los expertos policiales señalan que la red social Tuenties la idónea para que los adolescentes cometan este tipo de delitos.Entre los adultos se está poniendo de moda Facebook o páginascomo Badoo. A otra escala, también existen ciberdelincuentesque suelen usurpar la identidad de famosos o de partidos políticos,para lo que se lleva la palma Twitter. Así los mensajes cuelancomo si los dijera la persona relevante.