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"Ahora es el momento de pararnos, reflexionar y asentar el proyecto de desarrollo de la Policía Foral"

Aunque no ha cambiado de lugar algunos de los reconocimientos a la Policía Foral que decoran su despacho, en las dependencias de la comisaría de Beloso Alto, Gerardo Goñi asume el mando del Cuerpo con ganas de insuflarle nuevos aires, con la cohesión como objetivo

"Ahora es el momento de pararnos, reflexionar y asentar el proyecto de desarrollo de la Policía Foral"Oskar Montero

pamplona. Un reto, una responsabilidad, una ilusión. ¿En qué clave afronta la Jefatura de Policía Foral?

En los tres aspectos. Para alguien que es del Cuerpo es una gran ilusión llegar a dirigirlo. Jamás imaginé yo, cuando entré aquí en 1989, que acabaría dirigiendo el Cuerpo al cabo de 23 años. También es una gran responsabilidad, por venir de dentro del mismo Cuerpo, y por supuesto que es un reto grandísimo, porque tenemos una Policía que ha crecido muchísimo, que ha abarcado aspectos de la seguridad pública que hace unos años ni siquiera concebíamos, y ahora lo que se trata es de asentar el proyecto.

Ya era el momento de que un policía foral volviese a asumir el mando del Cuerpo, ¿no?

Sí, creo que era el momento. Me ha tocado a mí, como podía haberle tocado a cualquiera de los comisarios principales que estamos en el Cuerpo. La verdad es que se han fijado en mí y estoy muy agradecido al Gobierno de Navarra con este nombramiento y la Policía Foral, en los últimos años, ya ha demostrado que es capaz de hacer muchas cosas y de hacerlas bien, y que hay gente dentro capacitada para dirigirla.

¿Qué parte del desarrollo de la Policía Foral se le puede atribuir a su antecesor, Alfonso Fernández, quien dijo que cuando llegó al Cuerpo tenía escasa capacidad operativa y ahora era una Policía integral?

El jefe de Policía es importante a la hora de llevar los desarrollos, pero es el Gobierno el que marca las políticas de seguridad. Durante la anterior legislatura, y desde el 2005, cuando comenzó el despliegue de Seguridad Ciudadana, el Gobierno fue el que apostó por esta Policía, que llegue al ciudadano, que dé respuesta al ciudadano en materia de seguridad. A partir de ahí, el Gobierno eligió a una persona con gran experiencia en el mundo policial y se fue desarrollando todo este proyecto. Ahora es el momento de pararnos un momento, respirar y asentarlo.

Aunque quizá lo desconozca, Alfonso Fernández fue uno de sus valedores en 'petit comité'. De forma privada le nombraba como su predilecto para sucederle.

No, no lo sabía, ni él me lo comentó. Él era consciente de que cualquiera de los comisarios principales estaba capacitado para ello. Hablé con él unos días antes de San Fermín y después no hemos vuelto a hablar. Me dijo que estaba en Valladolid, que estaba muy bien y a la espera de salidas profesionales. Espero que algún día me pueda volver a llamar, una vez que volvamos a la normalidad después del verano.

¿Qué virtudes o ventajas aporta a la labor de mando el hecho de que usted proceda del propio Cuerpo?

La ventaja es que conozco el Cuerpo desde el año 1989. He conocido todo su desarrollo, lo he vivido en mis carnes, como se suele decir y, sobre todo, el despliegue de Seguridad Ciudadana, siendo yo comisario principal de esta área, así que conozco los problemas. En ese aspecto, me puedo considerar un privilegiado. No obstante, estamos en una época que no es precisamente la mejor para avanzar en ningún proyecto. Lo tendremos que tomar con tranquilidad. Igual eso es bueno porque nos va a dar más sosiego para plantear las cosas y buscar las vías de solución.

¿Qué puede apuntar sobre los problemas de Policía Foral?

Cuando se llevan a cabo desarrollos tan rápidos y con tanta gente, se crean problemas. La idea era sacar patrullas a la calle para contactar con el ciudadano, pero ello genera problemas a nivel administrativo, porque esas patrullas genera un trabajo al que hay que darle una salida. A esas denuncias hay que darles un seguimiento, investigarlas y tratar con el ciudadano. La gente puede acabar asfixiada y necesitamos parar a respirar y coger un poco de fuerza.

¿Por qué rasgos quiere que se caracterice su mando?

Me gustaría aportar diálogo, conozco a la gente, hablar con ellos e intentar solucionar los problemas de la mejor manera posible. Quiero darle cohesión al Cuerpo, equilibrar las Unidades, que alguna se ha quedado un poco coja, intentando que todo sea más uniforme. Quiero mentalizar a los policías de que no pertenecen a una determinada Área, División o Grupo, sino que son policías forales, que sirven al ciudadano y que tienen que hacer lo que el ciudadano le demanda, por lo menos en primera instancia, aunque luego se derive a las Unidades especializadas. El patrullero que está en la calle tiene que saber un poco de todo para esa primera respuesta inmediata. Quiero mentalizar a los policías de que ése es su trabajo y su función.

¿Está diciendo que hay que mentalizar a los policías de que son policías?

Siempre se tiende a la especialización y yo creo que el policía debe ser más generalista, saber un poco de todo para poder dar la primera respuesta ante cualquier situación. Como digo, después ya vendrán los especialistas. Quiero cortar un poco con esa mentalidad.

¿Forma parte del nuevo estilo de mando que quiere implantar llevar a cabo una jefatura menos personalista y más mancomunada?

Va a ser la forma de funcionar. Mi idea es, al menos una vez a la semana, reunirnos todos y poner sobre la mesa los problemas e intentar solucionarlos entre todos. Lo mismo con respecto a los responsables de las comisarías, con los que quiero tener un contacto más directo. Es importante que todo el colectivo sepa lo que ocurre en cada área, que seamos un conjunto. Eso hay que empezarlo desde los responsables de las Áreas.

¿En qué dirección debe desarrollarse la Policía Foral?

La Policía Foral ya está perfectamente asentada dentro de la Comunidad Foral y el ciudadano la ha aceptado y la ha aceptado bien. En las encuestas del Parlamento seguimos estando en primera línea, aunque hayamos bajado un poco. Por eso vamos a sentarnos y a hacer un análisis de las necesidades de las comisarías para ver si, de alguna manera, con los agentes que tenemos podemos ajustar las necesidades de cada destino. Lo que sí me gustaría es que seamos educadores del ciudadano en materia de seguridad, que la Policía Foral seamos los profesores de los ciudadanos en esta materia y les enseñemos a responder ante determinados delitos para evitar llegar a ser víctima. Vamos a ofertar a distintos colectivos qué podemos enseñarles, como centros de la Tercera Edad, de asociaciones, etc.

El consejero ha precisado esta semana que se van a perseguir especialmente los delitos de drogas, violencia machista y los informáticos.

Son ámbitos en los que se viene trabajando, sobre todo en la violencia de género y en el tráfico y consumo de drogas y que, desgraciadamente, son lacras muy difíciles de erradicar. En cuanto a los delitos informáticos, tenemos un grupo que ya ha empezado a trabajar en estos temas, el cual vamos a potenciar porque estamos un poco en pañales, y vamos a procurar el año que viene formar más a la gente, para sacar un mayor rendimiento a su trabajo. Es un área de trabajo tan específica y tan especializada que requiere mucho tiempo de formación y también formación continua.

Los logros en el Área de Investigación Criminal han sido numerosos en los últimos años. También ha habido un sinsabor, el 'caso Urbiola'. ¿Ha habido autocrítica interna?

La Policía va trabajando sobre pruebas e indicios que se van consiguiendo. Todo lo que se fue consiguiendo y recopilando en relación con aquella desaparición apuntaba en una dirección y en esa dirección se actuó. Después, por desgracia, somos personas y nos equivocamos. Pero cuando Policía Judicial actuó en aquel supuesto delito todos los indicios apuntaban en una dirección. La zona en la que apareció el vehículo se había mirado muchas veces y no pudimos encontrarlo. No estamos libres de cometer errores y no hay que cerrar nunca ninguna vía, a pesar de que una sea la principal.

Una de las críticas recurrentes a la Policía Foral es el uso partidista que hace el Gobierno de ella. ¿Qué respondería a esas críticas?

Cuando oigo estas cosas me hago una pregunta: ¿quién está usando de forma partidista a la Policía Foral, el Gobierno o los partidos de la oposición que la usan como arma de ataque al Gobierno? Un partido político o tres que llegan al Gobierno establecen las políticas de seguridad, como las de salud, educación, etc. Yo nunca he visto que la oposición ataque a los médicos o a los profesores para atacar al Gobierno. Los policías no nos salimos de las líneas que marca la Ley.

¿Cómo va a actuar la Policía Foral ante hechos como los ocurridos en fiestas de Leitza o de Alsasua?

Hemos detectado que después de las últimas elecciones de mayo un pequeño repunte en determinados Ayuntamientos de estas actividades que no podemos decir si son o no delictivas. En el caso de Leitza sí que se ha llamado a declarar a alguno de los imputados, como el alcalde, pero nuestra actuación va a ser la misma, es decir, recabamos la información y la trasladamos al Juzgado de Instrucción que corresponda o la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que determinan si se sigue o no la investigación. Son incidentes que no podemos decir que sean delictivos totalmente. Al final, que saquen una camiseta de Presoak kalera, si no está firmada por una asociación ilegal, nos podrá gustar menos o nada, pero tampoco es un acto delictivo.

Entiendo que va a regir el principio de actuación mínima para evitar agravios mayores.

Al final tienes que plantearte en la situación en la que estás y lo que quieres resolver. Las medidas preventivas se toman antes, pero no podemos garantizar que se produzcan incidentes. Si los hay, después se actúa informando.

Ha dicho que está abierto al diálogo. El consejero ha hablado de conseguir la paz social. ¿Va a ser posible?

Si los policías están contentos con su situación social dentro del Cuerpo, las cosas irán mucho mejor. Sí me consta que después de Sanfermines el consejero estuvo aquí con los comisarios principales y nos transmitió esa idea. Estamos todos dispuestos a remar en la misma dirección, eso por supuesto. También me consta que el consejero se ha reunido con algunos representantes sindicales y les ha expuesto la misma idea. Así que todos estamos en la misma labor.

El espectáculo que se dio con la Ley de Policías, ¿perjudicó a la imagen de los propios policías?

Yo creo que quedó dañado todo el mundo. Se dañó la imagen del Parlamento y quedó dañada la imagen de los policías. Yo no concibo a unos policías manifestándose ni concentrándose. Creo que hay otras vías y otros canales para tratar estos temas y no hacerlo en la calle, dando un espectáculo como el que se dio. Para mí fue lamentable.

¿Hay policías forales sin vocación?

Sé que hay policías que les gusta esto y les duele cuando pasan estas cosas. En todos los colectivos o empresas tienes el grupito de personas que no es que no intenten avanzar, sino que intentan que el resto no avance. Vamos a olvidarnos de ésos y vamos a dedicarnos a los que sienten el trabajo policial, les gusta la Policía Foral y vamos a volcarnos en ellos, que son los que de verdad merecen la pena. El resto que estén ahí, sin más. Hay policías que no han asumido el desarrollo del Cuerpo, que les gustaría volver a lo que había antes, pero cada vez son menos.