Once personas murieron ayer en Nueva Zelanda después de que el globo aerostático en el que viajaban se estrellara en la localidad de Carterton tras incendiarse al chocar con una línea de alta tensión, pese a que las condiciones meteorológicas eran buenas. Varios testigos explicaron que el globo se desplazaba lentamente a unos 150 metros de altura cuando, de repente, se incendió con llamas de unos 10 metros. 3.800 vecinos de la zona se quedaron sin suministro eléctrico. Un vecino afirmó que cuando el cable se soltó la cesta del globo se desplomó y que este se encontraba a demasiada altura para que los pasajeros intentaran salvarse saltando.
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