pamplona. Muchos comienzan el año proponiéndose recibir el siguiente Año Nuevo en compañía. Quienes no encuentran su media naranja en la calle, a veces recurren a agencias matrimoniales como la pamplonesa Azalea, gestionada por Margarita Lasa.

¿Suena mucho el teléfono en enero?

Enero, junto con septiembre, es un mes en el que la gente se propone buscar pareja. Tal vez sea por el ambiente emotivo de las fiestas navideñas, o porque de cara a próximas vacaciones quieren tener compañía.

¿Qué ocurre una vez que uno se pone en contacto con la agencia?

Lo primero que hacemos es concertar una cita para conocer a esa persona y obtener un perfil: conocer los gustos, aficiones, el estilo de vida, dónde le gusta ir de vacaciones o pasar su tiempo libre, qué tipo de persona desea conocer, etcétera. Luego, comparamos varios perfiles y buscamos personas afines. Contactamos con ellos, les damos el número de teléfono del otro y los datos básicos de la otra persona: ellos se encargan del resto. Si marcha bien, consideramos que es una relación tras un año y, sino, les presentamos a más personas durante los dos años que dura el contrato. Recuerdo una pareja en la que ella había tenido 12 presentaciones y, para él, ella había sido la primera.

¿Cuál es el perfil de los usuarios?

El grupo más grande lo forman personas de entre 32 y 67 años, en un 50% compuesto por mujeres y otro tanto, por hombres. Tienen en común una economía desahogada, que no tienen problemas familiares de divorcios, separaciones o laborales, y gozan de un nivel cultural medio o medio-alto. Al tener estos aspectos solventados, tienen tiempo y ganas para buscar pareja. En cuanto a sus expectativas, tienen muy claro lo que quieren y buscan un perfil muy determinado. Con todo, hace poco tuvimos el caso de dos personas, de 83 y 87 años, que se encuentran bien físicamente y que se animaron a buscar a alguien con quien compartir su tiempo.

¿Hay mucha diferencia entre lo que piden los más jóvenes y lo que buscan los más mayores?

Quienes tienen hasta 33 años, que en su mayoría son chicos, son muy exigentes y tienen las miras puestas en el futuro, en formar una familia, etc. A partir de los 60 años, en su mayoría son mujeres que han enviudado y buscan a alguien con quien compartir la vida, las aficiones, dar paseos o irse de vaciones.

¿Y entre ellos y ellas?

Las mujeres dan mucha importancia al nivel económico y social de la pareja, cada vez más. Sobre todo, son mujeres con independencia que quieren crear una familia y quieren solvencia económica. Ellos son mucho más sencillos, independientemente del nivel cultural y social que tengan, así como el de la otra persona, aunque el de él sea más elevado. No miran tanto el físico perfecto como parece, sino que buscan alquien que sea agradable y con quien llevarse bien.