Soporta unas condiciones de humedad elevadas, aunque no necesita riego abundante para sobrevivir. De él se aprovecha la madera, la flor y el fruto, siendo este último el ingrediente estrella de una de las bebidas navarras más antiguas y apreciadas en territorio foral: el patxaran. Estos días, cientos de personas van en busca del endrino perfecto para agenciarse una buena cosecha de arañones y poder elaborar patxaran casero, una bebida que ya formó parte del menú servido en la boda de Gonofre de Navarra, hijo del rey Carlos III, en el siglo XV.

Este año, la temporada de patxaran se ha adelantado y, el calor del verano, ha provocado que los frutos sean de menor tamaño. Pero ni una cosa ni la otra influyen en la calidad del resultado final, explicó Berta mientras vendía arañones en su puesto del mercado de Santo Domingo, en Pamplona. "Este es un año muy raro para todos los alimentos de secano, que son más pequeños en general. Pero en el caso del patxaran no importa el tamaño, ya que siempre que sean de monte, el resultado será bueno. Basta con añadir más frutos a la mezcla", señaló la dependienta. En su tienda de fruta y verdura se puede comprar patxaran a 3,50 euros el kilo desde mediados de agosto. Lo normal, indicó, es empezar a vender a principios de septiembre, por lo que "la venta, hasta ahora, va un poco más lenta de lo normal".

También en el mercado de Santo Domingo se encuentra Javier Osés. En su puesto cuelga un cartel en el que se puede leer "patxaran de San Martín de Unx; 4,90 euros/kg". Osés contó que la campaña se ha adelantado aproximadamente 15 días, y respecto al tamaño, opinó que "mejor que el fruto sea más gordo, sobre todo porque cuanto mayor es el tamaño, menos tienes que recoger". Sobre las ventas, explicó que en octubre es cuando más se compra.

Pagar por los ciruelas silvestres es una opción que no se encuentra en cualquier frutería ni mercadillo, ya que la cosecha de patxaran es una tarea que requiere tiempo y algún que otro arañazo. A pesar de ello, la mayoría de las personas optan por aprovechar una excursión para recolectarlos. Este es el caso de Íñigo Corcuera, joven de Zizur que se desplazó hasta el barrio de Etxbakoitz norte, de Pamplona, en busca de estos frutos. "Teníamos en casa patxaran y se nos acabó hace poco. Como mi padre sabe hacer y conocía dónde había, me he animado a venir", explicó.

En el mismo lugar, la zona de perros del paseo de este barrio, había otras tres personas que, bolsa en mano y en cuclillas, luchaban contra los pinchos del arbusto, metiendo la mano entre las ramas para alcanzar los arañones más jugosos. Aunque en este caso las plantas medían alrededor de un metro, el endrino puede llegar a alcanzar los cinco metros de altura y prosperar en montañas de hasta 1.000 metros de altitud. Recogiendo patxaran, también por primera vez, estaba Clemades. Su bolsa ya soportaba kilo y medio de espinosos, resultado de una hora y media de trabajo motivado "por un capricho" de la consuegra. "Medio kilo más, y a casa. Es lo necesario para elaborar 5 litros, o eso me han dicho", precisó. Aunque reconoció que no sabía mucho sobre arañones, explicó que saltaba a la vista que "estaban consumidos por la poca lluvia de este año, algo que también le sucederá a la uva y la aceituna".

Desde la empresa Hijos de Pablo Esparza, productora de la conocida marca de patxaran Basarana, consideraron que "el año pasado había tanto o más que esta temporada", y remarcaron que todo depende de la zona en la que se busque. Así, señalaron que en el monte, el fruto todavía esta verde, mientras que en la zona media, se ha adelantado la cosecha unos 8 o 10 días. Y aunque apreciaron que "para gustos, los colores", indicaron que ellos optan por seguir la receta tradicional, que consiste en usar únicamente anís y arañones. "Hay quienes añaden algún grano de café o manzanilla, pero aquí lo único que se utiliza es anís y patxaran. No se utiliza absolutamente nada más porque así es como se hacía en tiempos y aquí se sigue la misma tradición", explicaron.