Pamplona. La crisis y la necesidad de conseguir liquidez por parte de muchas familias ha favorecido la proliferación de los locales especializados en la compraventa de oro y, cada vez también más, plata, un metal noble menos cotizado pero que en tiempos de recesión también cobra importancia. El precio por gramo toma siempre como referencia la cotización del oro en bolsa, que oscila entre los 22 y 26 euros en función del día, y dependiendo de la utilidad que se le dé a continuación puede superar en mayor o menor medida esa cantidad oficial.

Los locales especializados en la compraventa de oro abren con la misma fluidez con la que cierran, aunque muchos han conseguido prevalecer debido a que cada vez son más los navarros que se acercan a ellos para deshacerse de las joyas. La tasación del metal precioso se realiza en función de la cotización que tenga ese día en bolsa, que por lo general "oscila entre los 22 y los 26 euros", señala la dependienta de uno de estos locales situado en la calle Zapatería de Pamplona. La cifra duplica a la del primer trimestre de 2010, cuando oscilaba entre 12 y 15 euros el gramo de oro de 18 quilates.

Partiendo de esa cifra oficial, que puede consultarse en las cotizaciones de bolsa, los distintos establecimientos, en muchas ocasiones, pueden aumentar la cantidad entregada en función de la utilidad que vaya a tener el metal. Tanto tiendas de compraventa de oro como las joyerías pueden optar por la fundición o por la reventa de las joyas entregadas, finalidad para la cual han de estar en buen estado. "En nuestro caso optamos por fundir el metal y por eso las ventas son tanto de piezas en buen estado como de pendientes desparejados o cadenas y relojes rotos. Son, piezas pequeñas, como pendientes de bautizo, que no se usan", relata la trabajadora de un establecimiento de compraventa de oro situado en la calle Paulino Caballero.

Las joyerías y las tiendas que se dedican a la reventa de los ornamentos, en cambio, suelen elevar el precio ligeramente en función del estado de conservación de la pieza y del valor que ésta pueda alzancar. "Si una joya es muy especial y está muy bien conservada el jefe puede decidir pagar más, partiendo de la base del precio al que cotice ese día. Hemos llegado a pagar hasta 30 euros por gramo en el mes que llevamos abiertos", comenta otra empleada de un establecimiento situado en la avenida Carlos III.

El aumento de la oferta y la necesidad de ampliar mercado ha llevado a muchos establecimientos a optar también por la compra de plata, un metal, que según indican en la tienda de Paulino Caballero, "no interesa en muchos negocios porque no está tan revalorizado".