Tratar al enfermo como sujeto de la enfermedad y como protagonista en su curación son algunas de las alternativas que propuso el doctor Marcos Pérez Abendaño ayer en Civican, en la segunda edición de las jornadas Charlemos, organizadas por la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra (Ademna) y a la que acudieron unas 170 personas. El objetivo es apostar por una relación de cooperación entre el paciente y el médico, que debe trabajar por "curar enfermos y no solo enfermedades".
Para conseguir cambiar el concepto que se tienen en la "medicina tradicional de que curar la enfermedad concreta dando ciertos medicamentos" es necesario tener una "visión holística", es decir, concebir "al paciente como un todo y no como la suma de las partes que lo integran". Pérez mantiene que "no podemos andar despiezando a la gente porque tratamos enfermos en su conjunto, no solo enfermedades". En este sentido, advierte de que él no está "en contra de las especialidades", al contrario, las "apoya" pero apuesta por que los especialistas sepan "integrar todas las características que componen a la persona", que es la protagonista de la curación y no el médico.
La clave para comprender esta forma de tratar al paciente es que "somos unidades indivisibles, mente y cuerpo, no hay que separar cada uno por un lado", indica Pérez. Un planteamiento muy gráfico para ver esto es "comparar al ser humano con el engranaje de un reloj, no basta con cambiar una pieza" porque, como explica el doctor, "nosotros somos seres vivientes, armónicos, cada órgano de nuestro cuerpo comparte información con el resto".
Por otra parte, la medicina natural considera que la enfermedad "tiene un sentido" porque "el cuerpo sabe lo que hace". Esto, que en un principio puede ser complicado de entender, se fundamenta principalmente en que cuando enfermamos es por "una respuesta de nuestro cuerpo a diferentes conflictos, que pueden ser de índole físico o emocional, entre otros tipos". Un ejemplo sería una persona que acude al médico con un ataque de asma. Pérez señala que la "medicina tradicional lo que haría es darle un antiasma, por lo general esta medicina siempre se dedica a dar medicamento con el prefijo anti". Sin embargo, los profesionales de los tratamientos naturales apuestan por dar "recursos terapéuticos, estudiar por qué el organismo actúa así, si el paciente tiene problemas en su vida diaria o qué circunstancias han podido llevar a que esta persona esté así".
Muchos se preguntarán si no se deben utilizar medicamentos. La respuesta no es tan radical como negar el uso de fármacos pero sí "reducirlos", explica Pérez, a lo que añade que "pueden servir para sacarnos del apuro concreto pero no deben ser la base". El problema de la medicina tradicional es, para este profesional, que "solo es efectiva para tratar cuadros agudos pero no cura, en parte es un fracaso". La razón de que se siga utilizando este tipo de medicina de forma mayoritaria es "el interés comercial de las farmacéuticas".
Un curioso caso televisivo de como se impone a la sociedad actual el uso de fármacos es la serie de televisión House. Pérez critica que en esta serie "el médico ni siquiera se acerca al paciente, no lo trata, no habla con él, ni analiza sus circunstancias, solo estudia la enfermedad y le da un remedio". Pero la medicina debería "ser integradora de saberes, huyendo de la farmacéutica comercial".
A pesar de que son muchos los tipos de medicina natural que se utilizan hoy en día, los más conocidos son la acupuntura, homeopatía, terapia neural, psicoterapia, meditación, los baños de barro o los masajes, entre otros. Además, Pérez propone hábitos como una buena alimentación, que "reduzca la ingesta de alimentos de origen animal, aumente los ecológicos y sin transgénicos".