oviedo. La holandesa Saskia Sassen, experta en sociología urbana e impulsora del concepto de ciudad global, obtuvo ayer el Premio Príncipe de Asturias 2013 por su contribución "al análisis de las dimensiones social, económica y política de la globalización".
Sassen (La Haya, 1949), que se impuso en la última votación del jurado al economista norteamericano Paul Romer, es la tercera mujer que consigue este premio.
Saskia Sassen, que ha dedicado gran parte de sus trabajos a reflexionar sobre el poder y la desigualdad que provoca la globalización, mostró su satisfacción por recibir un galardón de "tanto prestigio" internacional. "Yo diría que el concepto (de ciudad global) es más famoso que yo; si hubiera hecho un copyright o tuviera derechos de propiedad intelectual como las farmacéuticas hubiera ganado mucho dinero", bromeó Sassen en un perfecto castellano, dado que pasó gran parte de su infancia en Buenos Aires. Sassen aseguró que acudirá a Oviedo a recoger el premio el próximo mes de octubre y ha incidido en que es un "gran honor" que el jurado haya valorado de este modo su trabajo.
En el acta, el jurado ha destacado su aportación a la sociología urbana, la dimensión internacional de sus ideas, sus estudios sobre las migraciones y el papel de las grandes ciudades en la dirección de la economía internacional y su concepto ciudad global, una de sus mayores aportaciones, "actualmente aceptado y empleado en todas las ciencias sociales". "Para Sassen, las ciudades globales forman redes que concentran el poder de decisión y nuevas relaciones entre territorio, autoridad y derechos, diluyendo así el papel de las fronteras", refleja el acta del jurado, que incide en que también son "generadoras de grandes desigualdades y segregación social debido, entre otras causas, a las diferencias en el acceso a las tecnologías de la información".
Entre sus publicaciones, La Ciudad global, publicada en 1991 y revisada diez años después; Territorio, autoridad y derechos: de los ensamblajes medievales a los ensamblajes globales (2006) y Una sociología de la globalización (2007), en las que analiza el empobrecimiento de las clases medias y sus dificultades de acceso a las telecomunicaciones, lo que determina desigualdades sociales.