Los entierros de beneficencia de personas que no tienen recursos para pagar un funeral se han duplicado en el último año en Barcelona, pero se mantiene la venta de panteones de lujo en los cementerios de la capital catalana. Jordi Valmaña, director general de Cementerios de Barcelona, explicó que en sus 20 años trabajando en esta empresa nunca se había alcanzado la cifra de 491 entierros de beneficencia que se registraron el año pasado, un 110% más que los 233 del año anterior.