pamplona. Colocar una placa solar en el tejado de una vivienda ya no es rentable. El sol también se fiscaliza. A diferencia de lo que ocurre en otros países como Alemania, Italia, Bélgica y Estados Unidos, España castiga a quien ahorra, genera energía limpia y, además, crea puestos de trabajo, tal y como aseguran los colectivos energéticamente alternativos ante la reforma que nos viene.

Ante las desorbitadas subidas en la factura de la luz de los últimos años, más del 70% en seis años, muchas familias decidieron instalar en el techo de sus viviendas o en tejados de sus pequeños negocios placas solares que generaran electricidad para reducir así su factura. Aunque la inversión inicial en colectores solares podía ser algo elevada (no lo es desde hace al menos dos años), se amortizaba en pocos años y, según los expertos, el uso de placas fotovoltaicas es capaz de ahorrar hasta el 100% del gasto dependiendo de la inversión. La energía solar, un sector industrial en el que Navarra ha sido pionera hasta ahora, abastece el consumo eléctrico mientras que los paneles solares térmicos (módulos similares) proporcionan agua caliente y calefacción y no están sujetas de momento a cambios.

La polémica reforma del sector eléctrico que ha llevado a cabo el Ministerio de Industria penaliza la generación de energía a través de placas solares y otras tecnologías renovables destinadas al autoconsumo, es decir, a aquellos que generan electricidad para uso propio. El nuevo impuesto (peaje de respaldo) que introduce el borrador del Real Decreto al Autoconsumo, pendiente de refrendo, y la subida de los costes fijos en el recibo de la luz dispararán los plazos de amortización de las instalaciones al ahorro. Los productores caseros se plantean declararse insumisos (autoconsumo sin declararlo para evitar el peaje) o desenfucharse de la red porque resultará más caro producir energía que comprarla a las grandes compañías.

El autoconsumo ya era un modelo imperfecto teniendo en cuenta que los usuarios aspiraban a que se avanzara en la regulación para autorizar el denominado "balance neto". Resulta muy sencillo de entender: En la actualidad, el propietario de una instalación consume de su propia fuente de energía y, cuando no se encuentra en su vivienda, o bien la acumula mediante baterías o la vierte a la red (esta opción exige mucho papeleo para estar registrado). En este caso, el productor puede cobrar un mínimo por kilovatio -si regularizó su instalación- o cederla de forma gratuita porque no la aprovecha y no ha legalizado el equipo. Además, necesita volcar a la red ese excedente sin sobrecargar la instalación.

La fórmula de "balance neto" era el reto del autoconsumidor, siguiendo la estela Europa, bajo la idea de compensar lo que consumía con lo que generaba y pagar sólo la diferencia. De esta forma, la factura de la luz reflejaría sólo el saldo entre la energía aportada y consumida. La iniciativa no sólo no ha despegado sino que incluso se ha retrocedido respecto a los avances conseguidos.

En el nuevo borrador de ley se grava la energía que se produce y consume (hasta 9 céntimos el kilovatio-hora) dado que, según Industria, disfruta del respaldo que le da la infraestructura del sistema eléctrico, "aún cuando esté consumiendo electricidad producida por su instalación de generación asociada", señala la propuesta de Real Decreto.

El resto de la energía consumida desde la red se seguirá pagando al mismo precio que el resto de clientes, mientras que la que vierta la cobrará a un precio de mercado mayorista, entre 4 y 5 céntimos el kilovatio, además de someterse a un pequeño peaje. "El que use la red un 40% del tiempo tendrá que pagar como el que la usa todo el año", denuncia una fuente. En el nuevo decreto estatal se puede vender la energía a la red pero con unos costes de gestión y a un precio -una tercera parte de la que se compra- que no merece la pena. "Tienes las dos opciones, pero compensa más no vender", detallan los expertos. Industria exige instalar un doble contador.

El nuevo reparto de costes de la factura de la luz, que sube en la parte fija y baja en la variable, también desincentiva el ahorro. Por otra parte, la medida abre un brecha con otras normativas recientes como el Código Técnico de la Edificación que señala que los edificios de nueva construcción deben instalar placas solares para ahorrar energía. A la penalización del autoconsumo se suma, exponen, que se prohíba el mix energético, por ejemplo placas solares y aparatos minieólicos.

Alemania, que prevé clausurar todas sus centrales nucleares en los próximos ocho años, instaló el año pasado 7.604 MW solares fotovoltaicos (FV), frente a los 194 MW -informa la asociación Anpier- que se colocaron en nuestro país. Además, los germanos cuenta con más de 100.000 viviendas tomando el sol.