tarragona. La Iglesia católica beatificó ayer a 522 religiosos asesinados en la Guerra Civil, en la ceremonia más masiva de su historia, entre cuyos nombres había 29 navarros y donde quedaron excluidas las víctimas provocadas por el bando nacional. El acto tuvo lugar en Tarragona y asistieron más de 20.000 personas.

En una breve alocución grabada de tres minutos, el papa Francisco se sumó a la celebración con un mensaje en el que pidió imitar a los mártires porque "siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos". El Papa alabó igualmente que los religiosos asesinados "fueron cristianos hasta el final". El Pontífice no hizo ninguna referencia al papel de la Iglesia en el franquismo.

El prefecto de la Congregación por las Causas de los Santos, el cardenal Ángelo Amato, que presidió la eucaristía, sí que cargó por su parte contra lo que llamó "una radical persecución religiosa que se proponía el exterminio programado de la Iglesia" y tachó los años 30 de "periodo oscuro de la hostilidad anticatólica".

"Vuestra noble nación fue envuelta en la niebla diabólica de una ideología, que anuló a millares y millares de ciudadanos pacíficos, incendiando iglesias y símbolos religiosos, cerrando conventos y escuelas católicas, destruyendo parte de vuestro precioso patrimonio artístico", criticó el cardenal.

Con el acto de ayer ya son 1.523 los mártires beatificados del siglo XX en España. La edad media de los mártires beatificados ayer es de 43,59 años y 131 de ellos tenían 30 años o menos en el momento de ser asesinados. El más joven tenía 18 años, el carmelita José Sánchez Rodríguez, y la más anciana, con 86 años, era Aurora López González.

Entre los beatificados había asimismo 29 religiosos navarros, asesinados en distintos puntos del país. Pese a la insistencia de la Iglesia en que el acto no era político sino religioso, las beatificaciones provocaron el descontento de asociaciones laicistas y de reparación por los crímenes franquistas.

Así, unas 500 personas se manifestaron por la tarde en Tarragona contra las beatificaciones. Los manifestantes reprocharon, entre otras cosas, el apoyo de la Iglesia al régimen franquista, y vieron en el acto de la macrobeatificación "una demostración de fuerza" de la Iglesia Católica.

otras víctimas La portavoz de los manifestantes, Laia Estrada, criticó que se rinda un homenaje a las víctimas religiosas "cuando aún la mayoría de las víctimas están en cunetas y fosas comunes desconocidas". "A estas víctimas no se les ha pedido perdón, y sin embargo se honra a los otros muertos", agregó. Por otro lado, la Plataforma per la Laïcitat i la Dignitat recogió más de 1.700 firmas en contra del acto. La Plataforma per una Comissió de la Veritat sobre els crims del Franquisme envió por su parte el viernes una carta al Papa en la que exigían que la Iglesia pida perdón por "dar su apoyo" al golpe militar y a la dictadura franquista y solicitando que se suspenda la beatificación.