El asesino de Anabel Segura afirma que no se considera un "peligro" para la sociedad
EMILIO MUÑOZ Admite que cometio un error "grave" y pide perdón a la familia de la joven Valentín Tejero, el hombre que violó y mató a Olga Sangrador, abandona la cárcel de Herrera de La Mancha
CIUDAD REAL. El asesino de Anabel Segura, Emilio Muñoz Guadix, aseguró ayer, a su salida de la prisión de Herrera de La Mancha, en Manzanares (Ciudad Real), que aunque algunos digan que sí, él no se considera "un peligro" para la sociedad. "Yo cometí un error grave y lo asumí desde el primer momento, no como otros, y ya está". "He pagado mi condena, que es de lo que se trata, de pagar las condenas y yo ya he cumplido con la mía totalmente", indicó a preguntas de los numerosos medios congregados en las puertas del penal, a su salida de la prisión, alrededor de las 12.30 horas, pocos minutos después de que la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo ordenara su "inmediata puesta en libertad".
Emilio Muñoz Guadix, condenado a 43 años como autor del secuestro y asesinato de Anabel Segura en 1993 en la urbanización La Moraleja de Madrid, reconoció que se acuerda de la joven. "¿Cómo no se va a acordar uno, se acuerda por el delito tan grave, quién puede perdonar eso? Se nos fue de las manos, pero no se puede hacer nada, pedir perdón y nada más", señaló. Tras reconocer que el motivo del crimen fue "puramente económico", pidió perdón a la familia de Anabel Segura. "Lo siento, siento mucho lo que sucedió en ese momento, ya lo dije en el tribunal, daría diez años de mi vida para que no hubiera pasado esto", indicó.
No obstante, Emilio Muñoz puntualizó que él ya ha pagado su condena "de más de 30 años", y ahora pretende ir a vivir a Madrid para emprender una nueva vida. A su salida del penal, arrastrando un carrito con sus pertenencias, el condenado llamó por el móvil a sus familiares para que fueran a recogerlo. "Ya he salido en libertad", les comentó.
dós décadas Por otra parte, Valentín Tejero, preso desde hace dos décadas en la cárcel de Herrera de La Mancha (Ciudad Real) por distintas condenas, entre ellas una de 50 años por el rapto, violación y asesinato de la niña de 9 años y vecina de Villalón de Campos (Valladolid) Olga Sangrador en 1992, abandonó ayer a las 16.50 horas la prisión ciudadrealeña. A su salida de la cárcel Tejero no quiso hacer ninguna declaración a los medios de comunicación y llamó a un taxi desde la cabina de teléfono que se encuentra a la salida del penal de Herrera de La Mancha.
Así, 18 minutos después de su puesta en libertad, a las 17.08 horas se subió en el taxi, que llegó desde la localidad ciudadrealeña de Manzanares, y se marchó de la cárcel. La decisión de la Audiencia vallisoletana, tribunal sentenciador que condenó a Tejero a medio siglo de cárcel por el asesinato de Olga Sangrador, contrasta, sin embargo, con la postura de la familia de la niña, cuyo letrado, Luis Antonio Calvo, de la Asociación Clara Campoamor, había mantenido su petición de que el reo permaneciera entre rejas hasta 2025.