pamplona - Llevan dos años recogiendo tapones de plástico con un solo objetivo: que Pablo Chamba, su hijo de cuatro años, afectado por una lesión cerebral, continúe con el tratamiento que, actualmente, le está ayudado a desarrollar sus facultades. Los frutos de la campaña Tapones para Pablo, impulsada por Vladimir Chamba y Bety Cel, los padres del pequeño, residentes en Barañáin, fueron recogidos ayer en forma de un cheque de 6.000 euros, cantidad que corresponde a la venta de 30 toneladas de tapones a una empresa de reciclaje, entregado por la fundación Seur y que garantizará prolongar seis meses la terapia a la que Pablo lleva sometiéndose desde hace tres años en Italia.
El tratamiento resulta "muy duro", pero para esta familia es "esencial" porque gracias a él, el pequeño ha hecho muchísimos avances tanto físicos como intelectuales. "Aunque a nivel físico nos esté costando un poco más, nos ha ido muy bien y estamos empeñados en salir adelante cueste lo que cueste", señaló Vladimir ayer, durante la entrega del cheque, por el que tanto él como Bety, se mostraron muy agradecidos.
El cheque fue entregado por Patxi Tirapu, gerente de la Fundación Seur en Pamplona. Esta entidad tiene programas en todo el Estado destinados a ayudar a personas que tienen una necesidad. Así, en Navarra coordinan la campaña Tapones para Pablo. "Intentamos realizar una labor social allá donde las administraciones no pueden llegar. Pretendemos que las familias puedan acceder a un tratamiento que no está al alcance de cualquiera, debido al alto nivel de los precios", explicó el gerente.