Conmoción en Navarra por la psicóloga asesinada en Palencia

PAMPLONA ? La joven doctora Violeta Guarido Rivera, de 29 años,que falleció el martes en Palencia a causa de las puñaladas quele propinó Amelia B. S., una de sus pacientes en el centro hospitalarioen el que trabajaba, prestó sus servicios en Elizondo, en elValle de Baztan, en la clínica de salud mental Padre Benito Menni,que regentan las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón.

Estas, a través de su perfil en la red social Twitter, manifestaronsu conmoción por el suceso. Ayer, sus compañeros y empleadosdel centro sanitario elizondarra recordaban su amabilidad y simpatíay se mostraban consternados al conocer el trágico suceso quele costó la vida en plena juventud.

"ERA ENCANTADORA" "Era una chica encantadora, muy profesionaly cumplidora, y muy atenta con todo el mundo en el tiempo quepermaneció aquí", comentan sus antiguos compañeros. Violeta Guaridotrabajó cinco meses en la clínica Benito Menni de Elizondo, desdejulio a noviembre del año pasado, prestando servicios de psicologíaen la que estaba especializada, en particular en el área de atenciónde personas afectadas por trastornos mentales de conducta.

"Una persona de las que te encuentras pocas, que se adaptó enseguidaa la actividad del centro, muy trabajadora, muy guapa y muy accesible,y que saludaba siempre a todos aunque no estuvo mucho tiempoaquí", le recuerda el personal de la clínica. Ayer, en el establecimientohospitalario no se hablaba de otra cosa, lógicamente, mientrasse lamentaban todos del tremendo caso en el que perdió la vida.

colegio de psicólogos Entre las voces que mostraron asimismosu pesar por la pérdida de la joven se encuentra la de la decanadel Colegio Oficial de Psicólogos de Navarra, Rosa Ramos Torío,quien expresó ayer "su gran estupor y cierta tristeza" por lanoticia acontecida con la joven compañera asesinada en Palencia."Me consta que este sentimiento es extendido entre todos losprofesionales que nos dedicamos a esta especialidad", señaló.Ramos reconoció que "realmente nuestra profesión está expuestaa esos riesgos; pero hay que señalar que la casuística es muybaja. En general los pacientes que tienen trastornos mentalesgraves reciben tratamientos farmacológicos que les ayudan a inhibireste tipo de conductas. Por lo tanto existe un porcentaje deriesgo que en este caso de esta compañera ha derivado en algotan dramático; pero no hay que considerarlo como una alarma",afirmó en declaraciones a este periódico.

Por su parte, familiares y amigos de la joven fallecidala despidieronayer por la mañana en un acto celebrado en un tanatorio de Zamora,donde fue incinerada. En una emotiva celebración, los más allegadospudieron dar el último adiós a la psicóloga. Cientos de personasarroparon a su familia (sus padres, Francisco Guarido y LauraRivera, son concejales del Ayuntamiento de Zamora por IzquierdaUnida), desde que los restos de la joven llegaron al tanatorio.