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Un incendio voraz quema 840 hectáreas en Ujué

El fuego se originó en una cosechadora, abarcó 11 km y calcinó cultivo y monte bajo - Se controló a mediodía, 16 horas después del inicio, y la extinción sigue hoy

Un incendio voraz quema 840 hectáreas en Ujué

pamplona - El golpe de las cuchillas de una cosechadora contra unas piedras u otro elemento metálico pudo encender la chispa que prendió en el cereal y originó el mayor incendio de los últimos tres años en Navarra. A última hora de la noche, el responsable de la Agencia Navarra de Emergencias, Eradio Ezpeleta, cifró en 840 las hectáreas afectadas por un fuego que se inició sobre las 20 horas del viernes en el Alto de Bigas (Ujué) y quedó controlado, que no extinguido, 16 horas después, tras una larga y complicada noche de intenso trabajo. El incendio, que recordó, por sus dimensiones, a los últimos vividos en Aras (2012) e Izaga (2009), alcanzó un perímetro de once kilómetros y quemó 840 hectáreas (95% de Ujué y 5% de Pitillas) de tierras de labranza, monte bajo, pino de repoblación y encinas. Las labores de extinción se mantuvieron durante todo el día de ayer y la previsión es que terminen hoy. Después será el momento de analizar los daños económicas, ya que la mitad de la superficie quemada eran cultivos sin cosechar, e investigar las posibles responsabilidades.

El incendio se originó en las inmediaciones del Alto de Bigas, un paraje forestal situado entre Ujué y San Martín de Unx, como consecuencia de la realización de labores agrícolas. Al parecer, las cuchillas de una cosechadora pudieron golpear contra piedras u otros elementos metálicos, originando chispas que después prendieron el cereal. Las llamas se propagaron a la velocidad del rayo y el fuerte viento que soplaba el viernes y también ayer, aunque con menor intensidad, fue el causante de que el incendio se mantuviese activo durante toda la noche y no pudiera ser controlado hasta el mediodía de ayer.

De hecho, después de toda la noche y madrugada trabajando por tierra con un retén de 30 bomberos, al ver que el fuego no cedía, la Agencia Navarra de Emergencias (ANE) decidió a las 7.35 horas activar el nivel 2 de 3 en el Plan de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales de Navarra y se solicitó apoyo al Ministerio de Medio Ambiente. Asimismo se cortó la carretera NA-5311 para facilitar las labores de los bomberos.

enorme despliegue Tras declararse el fuego, la ANE movilizó hasta el lugar a tres helicópteros y el avión de extinción de incendios, así como dotaciones de bomberos de los parques de Cordovilla, Peralta, Tafalla y Estella, a las que en las horas posteriores se sumaron los de Sangüesa, Navascués y bomberos voluntarios de Aoiz. También se desplazó el centro de mando móvil y un buldózer.

Una vez decretado el nivel 2, el despliegue aún fue mayor. Al centenar de bomberos que se afanaban en controlar las llamas y a los medios aéreos del Gobierno foral, el Ministerio sumó cuatro helicópteros (dos de Zaragoza y dos de Asturias), dos aviones de carga de agua en tierra procedentes de La Rioja y dos hidroaviones de Madrid. También participaron personal de la brigada de prevención de incendios forestales de verano de Miluce, guardas forestales y técnicos del Gobierno. Colaboraron asimismo Policía Foral, Guardia Civil, y Cruz Roja y DYA. Como refuerzo externo había 40 agentes de la Unidad Militar de Emergencias procedentes de Zaragoza, y una veintena de efectivos del Ministerio de Medio Ambiente.

Dada la envergadura del incendio, unos 70 efectivos relevaron por la noche a los desplegados ayer por la mañana para continuar con las labores de remate y refresco de la tierra que se prolongarán durante la jornada de hoy domingo. En total participaron 184 efectivos.

sin peligro en zonas urbanas La gran labor realizada por los bomberos y apoyos durante toda la noche evitaron un desastre mayor. “Si no se hubiera actuado, los modelos de predicción hubiesen dado un total de 6.000 hectáreas afectadas”, aseguró ayer el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Morrás, que se trasladó hasta el lugar para seguir de cerca las labores de extinción. “En ningún momento ha estado en peligro ni zonas urbanas, ni instalaciones eléctricas ni tampoco para áreas de especial valor ecológico, como la laguna de Pitillas. La distancia más cercana del fuego a la laguna fueron 3,5 kilómetros”, remarcó Morrás, que reconoció que la principal característica fue el viento “duro, complejo y variable”. De hecho, la ventolera junto a una baja humedad relativa y al mantenimiento de altas temperaturas, añadió, impidieron que la extinción fuese ayer completa.

Este incendio, tal y como afirmó consejero en su intervención, es uno de los de mayor envergadura declarado en Navarra en los últimos años. De hecho junto a los de Aras (2012) e Izaga (2009) son los únicos que se acercan a las mil hectáreas calcinadas de los últimos tiempos. En concreto, el que se declaró el 23 de julio en la sierra de Izaga afectó a 825,6 hectáreas, de las que 625,6 eran terreno forestal. Ese mismo día, en Juslapeña, se originó otro incendio en el que ardieron 344,4 hectáreas.

En el caso del fuego que tuvo lugar en Aras, Viana y Bargota, hace dos años, se quemaron 966 hectáreas. En 2012, Ujué protagonizó también otro fuego de menores dimensiones en la zona del Alto del Guarro y en el que ardieron 237 hectáreas.