pamplona - La crisis ha provocado un descenso de estudiantes universitarios en Pamplona tanto en la UPNA como en la Universidad de Navarra, una situación que provoca una disminución muy notable en la demanda de alquiler de pisos de estudiantes que se traduce también en una bajada de los precios ofertados.

Mª Pilar Usunáriz confirma desde la Inmobiliaria La Milagrosa que “este año los alquileres han bajado mucho su precio porque se ha notado la disminución de estudiantes. Alquilar se alquila y mucho pero a los alumnos cada vez menos, aunque nuestra inmobiliaria lo ha compensado con otros clientes”. Por su parte, desde Inmobiliaria Sanfermín también confirman que “los precios han bajado este año, ya que hay menos estudiantes”.

César Sádaba, gerente de Inmobiliaria Fuente del Hierro, coincide en que “los precios, con respecto al año pasado han descendido, además vienen menos jóvenes y se nota. A pesar de ello, este año hemos hecho más contratos que el año pasado.”.

La mayoría de estudiantes alquilan pisos “libres” y no pisos-residencia, pero entre los novatos este es un producto muy demandado.

Carlos Ventura, desde Carven, servicio de residencia integral que se dedica al alquiler de pisos-residencia y residencias, afirma que “este año ha habido un bajón muy grande porque la universidad ha bajado en estudiantes. Han descendido muchísimo las solicitudes para los colegios mayores. El año pasado fue la primera vez en su historia que los colegios mayores tuvieron plazas libres, y este año van a tener más”. En cuanto a la preferencia de los demandantes “se decantan por pisos-residencia pero los que pagan son los padres y el primer año suelen ir a colegios mayores”, asegura Carlos Ventura.

La demanda habitual suele ser “generalmente pisos cerca de las universidades. Que sean pisos funcionales, además como hay mucha oferta buscan que sean pisos modernos y reformados”, informa Pilar, desde Inmobiliaria Milagrosa.

Además desde Inmobiliaria San Fermín añaden que “al haber menos estudiantes, hay más oferta y pueden elegir pisos en mejores condiciones, bien amueblados, con lavavajillas... que estén decentes y bastante equipados. El piso que no cumpla estos requisitos lo descartan de inmediato porque al haber disminuido los estudiantes tienen muchos donde elegir”.

Las zonas donde la mayoría de los estudiantes buscan piso es “en la Milagrosa, Iturrama y Pío XII. También suelen pedir que los espacios cuenten con tres o cuatro habitaciones, dependiendo del número de estudiantes que se vayan a alojar”, informan desde Inmobiliaria San Fermín.

En referencia a las fechas en las que se suelen alquilar los pisos, César Sádaba desde Inmobiliaria Fuente del hierro afirma que “la mayoría de los estudiantes empiezan a informarse y alquilar antes de junio, pero muchos ya firman el contrato en enero, así no tiene que preocuparse del alquiler del piso en la época de exámenes”.

Estudiantes Isabel Gimeno, natural de Murcia, y estudiante en la Universidad de Navarra lleva tres años viviendo en Pamplona alquilada. “El primer año estuve en un piso tutelado y el segundo ya me fui a otro que no lo era. Hay mucha más libertad en cuanto a horarios, te haces tú la comida y hay más intimidad. El segundo año me fui a vivir con unas amigas que conocí durante el primer curso”, expresa Isabel. “Al principio me fui a vivir a un piso tutelado porque no conocía a nadie en Pamplona, tenía que hacerme a una ciudad nueva y centrarme en los estudios, vivir la vida universitaria, y no tanto dedicarme a la casa. Además de coger experiencia.”.

Isabel comentó que la diferencia de precio entre un piso-residencia y uno normal es extrema. “Además la diferencia de precio es muy notable, un piso tutelado cuesta unos 700 euros. En un piso libre pago 260 euros más las facturas de la luz y el agua claro”.

Ainhoa Etxeberria, estellesa de 21 años, alumna de la UN, también, vivió desde el primer año de universidad en un piso normal. Destaca que lo más importante es la convivencia, ya que “el primer año hubo problemas de convivencia y estuve mucho mejor cuando me alquilé un piso con mi hermana porque vivir con ella era como estar en casa”.

David Alén, estellés de 23 años, exestudiante de la UN, insiste también en que “la convivencia es lo más importante, más incluso que las buenas o malas condiciones del piso”.

En cuanto al precio, Ainhoa explica que “el primer año cada una pagábamos unos 230 euros al mes con calefacción incluida, éramos cuatro. En el piso que estaba con mi hermana eran 300 euros cada una. No me parecía caro porque es lo que se suele pagar”.

Iker Urreta, vitoriano de 21 años y estudiante del Conservatorio Superior, reside en Pamplona desde hace dos años en un piso normal. Este vitoriano explica que “pago al mes unos 180 euros con gastos. Me parece barato, es lo que se suele pagar en esta zona de Pamplona”, dice refiriéndose a la zona de Mendebaldea.

Comparte el piso con cuatro amigos, y lo que más valora “es la convivencia con mis compañeros de piso. Prefiero vivir en un piso normalito y que la convivencia entre nosotros sea buena”.

Con respecto a los pisos residencia expresa que “es mucho mejor vivir en un piso donde te haces tu todo, ya que maduras más, eres tu propia madre”.

Con respecto a los precios para este nuevo curso 2014-2015, “me he fijado que este año hay pisos más baratos que el año pasado, mucho más asequibles”, expresa Isabel.

200 euros/mes. Los estudiantes buscan pisos reformados, modernos y bien equipados que ronden los 600-700 euros al mes, y que cuenten con unas tres o cuatro habitaciones, es decir por inquilino pagan unos 200 euros mensuales.

Cerca de la universidad. Los pisos más demandados por estudiantes se encuentran cerca tanto de la UPNA como de la Universidad de Navarra. Prefieren pisos cercanos a su lugar de estudio. Las zonas donde más alquilan es en la Milagrosa, Iturrama y Pío XII.

Pisos-residencia. Estos pisos suelen alquilarse sobre todo el primer año de universidad, cuando no se conoce la ciudad. Los estudiantes que elijan estos alojamientos tendrán que pagar una cifra mucho más elevada a 200 euros por persona. La cifra asciende a 800 euros por residente cada mes. Pero este servicio incluye comida y limpieza de piso y ropa.

Residencias. Las residencias también son alojamientos que suelen ser más demandados por alumnos que se encuentren en primero de carrera. Cuentan con muchas variedades de precios. Las más baratas suelen costar unos 500 euros y las más caras, como Belagua, en el campus de la Universidad de Navarra, asciende hasta los 1.000 euros al mes.

Descenso de precios. Este año los precios se han visto afectados debido a la disminución de la demanda de estudiantes.

isabel gimeno

Iker Urreta