El exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García están citados esta semana a declarar ante el juez Leopoldo Puente tras el informe de la UCO que detectó gastos del primero de 95.437 euros que provendrían de “ingresos no declarados” y pagos del PSOE que no coinciden con la documentación que remitió. Ábalos el miércoles, un día antes que Koldo, a quien la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) señala que junto a su entonces mujer Patricia Uriz era “custodio y gestor” del dinero en efectivo con el que se sufragaban gastos del exministro.

Será la cuarta ocasión que comparezcan en el Tribunal Supremo, si bien su situación procesal se puede haber agravado a la luz del informe de la UCO, que profundiza en “los indicios de criminalidad que ya constaban” en el procedimiento, como considera el magistrado.

Con ese informe encima de la mesa, la Fiscalía valorará si la situación de ambos ha cambiado de cara a pedir al juez endurecer sus medidas cautelares o si plantear su ingreso en prisión, una petición que formuló la última vez la acusación popular, que lidera el PP, pero que las defensas, sin embargo, ven improbable. Esto es así porque aseguran que las circunstancias objetivas no han cambiado, y que ambos están cumpliendo con las medidas cautelares que les impuso el juez, prohibición de salir del país, retirada del pasaporte y comparecencias quincenales ante el juzgado.

Lo que sí tiene claro Ábalos es su intención de declarar y de responder al magistrado y al fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón; mientras que Koldo también está abierto a declarar, algo que no hizo la última ocasión.

¿Renuncia al escaño?

Y aunque la vez anterior se barajó una posibilidad de pacto con la Fiscalía, nada hace ver que eso vaya a suceder ahora habida cuenta del último escrito de Ábalos en el que considera que el juez instruye de forma “inquisitorial”, y acusa a la UCO de redactar informes sobre él con meras “suposiciones”, aunque a estas alturas del procedimiento no se puede descartar nada, apuntan las fuentes, que sí dejan claro que por parte de Koldo no hay ninguna opción de pacto con el fiscal. Todo eso suponiendo que Ábalos no renuncie antes del miércoles a su escaño como parlamentario, lo que evitaría su declaración en el Supremo ya que perdería la condición de aforado y con ello la competencia de la causa pasaría a la Audiencia Nacional.

Se trata de un movimiento que, según las fuentes, lleva meditando desde hace semanas y que no está vinculado a su citación en el Supremo, con el fin de ganar tiempo en la instrucción, como le están aconsejando desde su entorno.

Si nada cambia para entonces, Ábalos y Koldo tendrán que responder por el último informe de la UCO, que pone el foco en “desembolsos” del exministro que ascenderían a 95.437 euros y que “no habría compensado por vía bancaria”, entre los que figuran pagos a terceras personas, cuotas a una fundación vinculada a él y 20.799 euros en “gastos personales con cargo a una fuente de ingresos no declarada”.

De hecho, el magistrado les citó porque cree que podrían haber mantenido entre sí “métodos no trasparentes de comunicación de sus respectivos patrimonios, recibiendo indistintamente ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen”. Según el informe, que es la base de esta nueva citación, Koldo y su entonces mujer, investigada en la Audiencia Nacional, “emplean un lenguaje convenido” para referirse a billetes: chistorras (500 euros); soles (200); y lechugas (100).