madrid - La Audiencia Nacional juzgó ayer a cuatro ciudadanos serbios, integrantes de la banda paramilitar conocida como los Tigres de Arkan, a los que se acusa de asesinar en 2009 a uno de sus compañeros y descuartizar, triturar e ingerir partes de su cuerpo. Luka Bojovic, supuesto cabecilla del grupo negó ayer que ordenara el asesinato, mientras que su lugarteniente, Vladimir Milisavljevic, acusó a otro compinche, encarcelado en Serbia, del delito. La Fiscalía pide para ellos y para Vladimir Mijanovic y Sinisa Petric, penas de entre 5 y 41 años de prisión por la comisión de delitos participación en organización criminal, asesinato, encubrimiento, depósito de armas de guerra y falsedad documental. - Efe