pamplona - El entorno social del alumnado preuniversitario, formado por familia, amigos y profesorado de Secundaria, motiva más a los hombres que a las mujeres para que cursen titulaciones de Ingeniería. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación (ETSII) de la Universidad Pública de Navarra, que en los últimos años ha realizado una encuesta entre los y las estudiantes de las seis carreras que oferta para identificar algunas causas que explican la menor presencia femenina en estos estudios.

La cifra global de mujeres en las titulaciones de esa escuela ha permanecido siempre por debajo del 25% y la situación, lejos de mejorar, ha empeorado en la última década. El máximo se alcanzó en 2002 con un 24,2%, y hace tres años se tocó suelo con el 15,2%. El pasado curso, tan sólo 413 de los 2.299 estudiantes de la escuela de Industriales y Telecomunicación (el 17%) eran chicas.

La ETSIIT, que oferta cinco ingenierías en Pamplona y otra en Tudela, padece la misma baja presencia de mujeres estudiantes que en el resto de países desarrollados, de acuerdo con los datos de este estudio, centrado en el campus de Arrosadia y que no analiza la otra Escuela de Ingeniería de la UPNA (Agrónomos). Así, en EEUU, la media de féminas se sitúa en el 19%; en el Reino Unido, en el 15%; y en Japón no llega al 12%. En el caso de España, las estudiantes de ingenierías suponen el 26%, cuando el número total de universitarias supera el 53%, tal como recoge este trabajo. La investigación, que fue presentada recientemente en el congreso internacional más relevante sobre educación en ingeniería celebrado en Madrid, alerta de que en la UPNA nunca se ha superado la barrera del 25% y lamenta que en la última década la situación ha empeorado. Sólo Ingeniería Industrial (grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales) ha mantenido constate el número de mujeres (25% de media), algo que también ocurre en otros países debido, dice el estudio, “al amplio alcance del programa y a la versatilidad de la carrera en cuanto a las posibilidades de empleo”.

Sin embargo, si se tiene en cuenta el número total de estudiantes graduados, la cifra de mujeres se incrementa, en algunos casos, significativamente. Por ejemplo, en Ingeniería Técnica Informática (ahora grado en Ingeniería Informática), el número de matriculadas, de media, era del 21% y las graduadas representaban el 37%. Estos datos demuestran la mejor tasa de éxito de las mujeres en los estudios técnicos respecto a los hombres.

asociado a lo masculino El estudio concluye que la menor representación femenina en las ingeniería puede “disminuir el interés de las preuniversitarias” y, a largo plazo, “reducir la relevancia de las mujeres en la carrera académica y en la investigación”. Además, el trabajo cita estudios económicos, realizados en EEUU y Reino Unido, sobre el efecto negativo de la baja participación de las mujeres en los empleos tecnológicos, motor del desarrollo industrial. Por ejemplo, los primeros airbags fueron diseñados por y para hombres, dejando así de lado a mujeres y niños. Algo similar ocurrió con los sistemas de reconocimiento de voz, que primero se calibraron para voces masculinas.

Ante los datos del desequilibrio de sexos, el equipo que dirigió la escuela en los últimos cuatro años realizó una encuesta en el 2º curso de los grados de ingeniería para identificar algunas de las causas de esta situación. Y del análisis de las respuestas se deduce que el entorno social influye de manera diferente en hombres y mujeres. Así, el 12,5% de las encuestadas afirmó que le habían sugerido estudiar otras titulaciones frente al 5,7% de los chicos. Y, quizá el aspecto más indicativo, cuando ya estaban estudiando ingeniería, su entorno cercano preguntó al 65% de las mujeres (frente al 46% de los ellos) sobre el grado de satisfacción con la carrera.

Estos datos dan una pista de cómo la sociedad “sigue cuestionando la elección de una mujer si se inclina por estudiar ingeniería”. “Este arquetipo queda ilustrado en un comentario de una estudiante: ‘Me solían decir: “¿Qué haces estudiando Ingeniería? Pero aquí estoy”, señala el estudio. El texto también recoge que hay un 30% más de ingenieros en’ las familias de los alumnos respecto a las de las universitarias y, aunque no se preguntó si esos parientes eran hombres o mujeres, los investigadores creen más probable que fueran varones, por lo que “es más fácil para los estudiantes identificarse con ellos”. “La ausencia de modelos femeninos en las ingenierías y la persistencia de estereotipos culturales y sociales que asocian la ingeniería como una profesión masculina aún prevalecen, incluso, sin ser conscientes de ellos”, señala.

Con este diagnóstico, los autores plantean acciones para revertir esta situación y abogan por una mejor comunicación con los estudiantes de Secundaria para “humanizar la ingeniería, poniendo el foco en su impacto social”, por ejemplo, con la Ingeniería Biomédica o las energías renovables. También apuestan por “crear una imagen atractiva, como profesión, de las mujeres ingenieras”; y desmontar la idea “equivocada” de que es una profesión masculina”.

el estudio

La influencia del entorno. Al 12,5% de las estudiantes mujeres de ingeniería les sugirieron estudiar otras carreras, algo que sólo ocurrió con el 5,7% de los chicos. Además, al 65% de ellas y solo al 49% de los varones les preguntaron por el grado de satisfacción con la carrera.

Desmontar la idea de que es una profesión masculina. La menor presencia de mujeres en las ingenierías “puede disminuir el interés de las preuniversitarias” a cursar esas carreras y a largo plazo “reducir la relevancia de las mujeres en la carrera académica y la investigación”. Los autores plantean mejorar la comunicación con los estudiantes de Secundaria para humanizar la ingeniería y desmontar la idea de que es una profesión masculina.

Ingeniería Industrial y ‘Teleco’, las más femeninas. El 23,3% del alumnado de Tecnologías Industriales es mujer (125 de 536); el 23,9% de Teleco (83 de 347); el 16,1% de Diseño Mecánico (17 de 105); el 12,8% de Informática (31 de 242); el 11% de Mecánica (38 de 344) y el 8,6% de Eléctrica y Electrónica (17 de 196).

Los autores. El estudio lo realizó el equipo saliente de la ETSIIT: el anterior director Ignacio Matías; los antiguos subdirectores Dav id Astráin, Edurne Barrenechea, Eugenio Gubía, Antonio López, Daniel Morató, Gurutze Pérez y Pablo Sanchis, además de Jesús López, que sigue de subdirector.