Pamplona - La comunidad Foral se situó en el 2014 como líder estatal en reciclaje de papel y cartón y de envases de plástico, latas y briks, también denominados envases ligeros. Cada persona recicló una media de 19,4 kilos de envases ligeros depositándolos en el contenedor amarillo y 34,2 kilos de cartón y papel haciendo lo propio en el contenedor azul. Así se desprende de los datos aportados por Ecoembes. El porcentaje de residuos impropios, aquellos que fueron depositados incorrectamente en el contenedor amarillo, se situó en 19,5%, casi tres puntos menos que el año anterior y diez por debajo de la media estatal.
En 2013, Ecomebes ya eligió a Navarra como la comunidad autónoma más comprometida con el reciclaje de envases domésticos. En este año, cada persona depositó de media 19,6 kilos de envases ligeros, lo que supuso siete puntos por encima de la media nacional, así como 32,2 kilos de envases de cartón y papel, un 50% más que la media estatal.
En lo referente al reciclaje del vidrio, Navarra superó en casi 10 puntos la media nacional de envases de vidrio reciclados durante el año 2014. Los navarros reciclaron más de 15.000 toneladas de envases de vidrio depositándolos en los contenedores correspondientes, los conocidos habitualmente como contenedores de iglú.
Estas cifras se traducen en que, cada habitante, recicló una media superior a 93 envases de vidrio, que expresado en masa equivale a 24,4 kilogramos de residuos. Con estas cifras, Navarra se sitúa como la tercera mejor comunidad en este indicador, tan sólo por detrás de las Islas Baleares y de la Comunidad Autónoma Vasca.
Por su parte, la recogida selectiva del Registro Nacional de Productores de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (REI-RAEE) en 2013 aumentó respecto a 2012, alcanzándose los 3,82 kilos por habitante y año, mientras que la media estatal se sitúa en 3,20 kilos por habitante y año.
Si bien en determinadas categorías, como los equipos de informática y telecomunicaciones, los aparatos de alumbrado y electrónicos de consumo (radios, televisores, videocámaras, etc.) se cumplieron los objetivos de recogida, a nivel global no se llegó al objetivo legal.
Contenedor amarillo. Es común pensar que en el contenedor amarillo se depositan todo tipo de objetos de plástico, pero aquí solo se depositan los envases de este material, latas y briks. Los juguetes deben ir al contenedor de restos, al igual que biberones y chupetes, utensilios de cocina, cajas de fruta y cubos de plástico.
Contenedor azul. Uno de los principales errores que se cometen en el contenedor azul es pensar que aquí se depositan los briks, pero estos tienen que tirarse en el contenedor amarillo, ya que están compuestos por cartón, plástico y aluminio. Por su parte, los papeles sucios como servilletas deben ir en el contenedor de desechos orgánicos, al igual que los pañales.
Contenedor de iglú. Debe de tenerse claro a la hora de reciclar que vidrio no es lo mismo que cristal. Las bombillas deben depositarse en contenedores especiales, situados en muchos puntos de compra, o en su defecto se pueden llevar al punto limpio. Por su parte, espejos, ceniceros, vasos o vajillas deben llevarse a un punto limpio o centro de recogida. En este contenedor es frecuente también que se coloque una ranura más pequeña para las pilas que aparecerá convenientemente señalizada.