pamplona - El joven de 21 años, Emilio Rekalde Proaño, natural de Quito (Ecuador) y vecino de Pamplona, falleció ayer en el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) después de permanecer en estado de muerte cerebral tras haber sido atropellado en la madrugada del domingo en las afueras de un pub del barrio de San Juan de la capital navarra. El conductor que arrolló al joven, un vecino de Burlada de 23 años de edad, ha sido imputado por un delito de homicidio por imprudencia por la Policía Municipal de Pamplona, que no aprecia que cometiera el atropello de forma intencionada, sino por una “supuesta falta de diligencia”, según indicaron fuentes del Cuerpo.

El fallecimiento del joven se confirmó a media tarde de ayer, una vez que sus padres se encontraban en la capital navarra procedentes de Ecuador, donde residen. Rekalde permanecía ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) como consecuencia de las graves heridas sufridas en el atropello, principalmente en la cabeza, que provocaron su entrada en parada cardiorrespiratoria. Aunque reaccionó inicialmente, todos los intentos médicos para salvarle la vida fueron en vano.

El suceso ocurrió a las 4.08 horas del domingo en la calle Monasterio de Belate, enfrente del bar Valentino, donde tenía aparcado su turismo el autor del atropello y alrededor del cual se encontraba Emilio Rekalde con dos amigos suyos. El vehículo se encontraba estacionado con el morro dirigido hacia la calzada, por lo que en un momento dado, y según intentan precisar los integrantes del Equipo de Atestados de la Policía Municipal de Pamplona, el joven arrancó el turismo y se incorporó a la circulación girando hacia la derecha, momento en el cual atropelló al joven universitario y continuó su marcha sin detenerse.

Tras ser alertados por SOS Navarra, agentes de la Policía Municipal se personaron en el lugar y con la descripción del vehículo y datos de la matrícula, consiguieron determinar que correspondía a un vecino de Burlada, cuya Policía Local fue informada para que localizaran y detuvieran al conductor. Minutos después, agentes municipales arrestaron al conductor, que dio negativo en la prueba de alcoholemia. Tampoco dio positivo en la prueba de consumo de estupefacientes a la que fue sometido.

no fue consciente de la gravedad Tras prestar declaración ante la Policía Municipal, en la que el joven dijo no ser consciente de que había atropellado a la víctima ni de la gravedad de lo ocurrido, por lo que cuestionó que se hubiera fugado, quedó en libertad imputado por un delito de lesiones por imprudencia, pendiente de ser citado por el juzgado. Al confirmarse el fallecimiento del joven, la imputación será por un delito de homicidio por imprudencia.

En este sentido, las fuentes consultadas, y a falta de que se tome declaración a los últimos testigos y se visionen posibles grabaciones de lo sucedido, no aprecian una conducta deliberada por parte del conductor para cometer el atropello, sino que lo atribuirían a una “falta de diligencia” por su parte, es decir, a una imprudencia.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del juzgado de guardia y de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que será la que deberá calificar los hechos en su momento, para su posterior enjuiciamiento.