palma - El obispo de Mallorca, Javier Salinas, negó ayer públicamente que mantenga una relación sentimental con una de sus secretarias, como ha denunciado a la Nunciatura el marido de la colaboradora del prelado, y subrayó que no tiene conciencia de haber hecho “nada malo”. “No”, respondió tajante Salinas ayer cuando le preguntaron si estaba enamorado. Con estas declaraciones rompió el silencio que mantenía desde que el pasado martes el Diario de Mallorca publicara que el Vaticano investigaba una acusación de “relación impropia”.
El obispo aseguró que las informaciones divulgadas desde entonces son “interpretaciones” de la denuncia remitida a las altas instancias eclesiásticas por un hombre que le culpa de la ruptura de su matrimonio y le atribuye un vínculo amoroso inexistente.
Salinas admitió que en el transcurso de una visita al Vaticano para abordar asuntos patrimoniales de la diócesis también trató con responsables de la Santa Sede sobre la denuncia remitida a través de la Nunciatura Apostólica en Madrid.
Explicó que, aunque otros prelados le habían recomendado que mantuviera “silencio”, la magnitud que ha alcanzado la polémica le ha hecho sentir “la obligación de hablar” en público, además de defender su postura en los órganos de gobierno de la diócesis. “No siento que haya hecho nada malo”, insistió el prelado, que reconoció que, como publicó Diario de Mallorca, se intercambió alianzas con su secretaria, pero no por un vínculo amoroso, sino como miembros de un grupo de oración formado por ambos.
Estos anillos no llevaban sus nombres, como se ha publicado, y contenían la inscripción “caminante”, detalló Javier Salinas en declaraciones a los periodistas que le aguardaban en el Seminario Nuevo de Palma, donde se reunieron ayer el Colegio de Consultores y el Consejo Presbiterial, dos órganos eclesiásticos de los que forman parte los principales responsables de la diócesis.
El obispo insistió en que considera que no ha incumplido ninguna de sus obligaciones ni votos y, por tanto, no tiene por qué plantearse renunciar a su prelatura, aunque aceptará cualquier decisión de sus superiores.
Tanto en el Vaticano como en la Nunciatura, las altas instancias católicas han confirmado al obispo de Mallorca en su responsabilidad y han asumido la veracidad de sus argumentos, aunque el protocolo de análisis del caso abierto a raíz de la denuncia aún no está concluido.
El propósito de Salinas al reunir al Colegio de Consultores y al Consejo Presbiteral era transmitir tranquilidad frente a la acusación que cuestiona el comportamiento del máximo responsable de la iglesia mallorquina. - Efe