pamplona - Izaskun Ruiz de Larramendi, de 37 años, junto a su compañero, y Batirtze Cabello, de 38 años, ambas profesoras del Instituto de Educación Secundaria Pedro de Atarrabia permanecen en Atenas desde el pasado miércoles hasta el 2 de abril para poner un “grano de arena” en la ayuda a los refugiados y “no quedarnos en la pasividad de ver y oír esta tragedia desde mi casa”.

Esta iniciativa nació de Batirtze al asistir a una charla de una ONG sobre fotoperiodismo que trabaja recogiendo imágenes en Lesbos. “Tras oír la ponencia, estaba segura de querer marcharme porque las noticias que llegan dan mucha información pero a la vez muy poca. Así, empecé a mirar vuelos por mi cuenta y desde entonces me he querido activar frente a esta realidad”.

Izaskun al enterarse de la idea de su compañera, no dudó en unirse al plan además de su marido: “No teníamos planes para Semana Santa y siempre me ocurre lo mismo, con estas cuestiones solidarias quiero ayudar pero desde la comodidad y en este caso no me sentía tranquila. Queríamos dejar de ser indiferentes ante este problema”.

De esta manera, las dos maestras se han preparado el viaje “de manera totalmente individual”. “Nos hemos puesto en contacto con diferentes ONGs y de algunos amigos que ya han estado allí, pero vamos por nuestro lado. También hemos estado en reuniones con voluntarios que llegaban desde Grecia para que nos dieran unas nociones básicas de cómo actuar ante ciertas situaciones de sentido común pero que quizá a veces no sabemos cómo llevarlas a cabo”, explica Cabello.

No obstante, el viaje que tenía como destino final la isla de Lesbos tuvo que ser modificado debido a “la cambiante situación” desde la firma del acuerdo de la UE y Turquía, quedándose finalmente en Atenas. “A pocas horas de marcharnos nos han informado de que están desalojando a los voluntarios de los campos de refugiados de Lesbos y no les dejan actuar aunque los refugiados permanezcan allí retenidos y les reporten a tierras turcas de nuevo. Nosotras queremos que nuestra ayuda sea útil”, asegura Ruiz de Larramendi.

De esta manera, Ruiz de Larramendi, su marido y Cabello, afirman que en la capital griega “también se necesita ayuda”. “En el puerto de Atenas hay voluntarios independientes, que son gestionados por ONGS, los cuales se dedican desde dar alimentos y mantas, montar tiendas de campañas o limpieza de establecimientos”, entre otras cuestiones, “como darles un abrazo que es lo que realmente muchos necesitan”.

“Lo que vamos a hacer es necesario. Debemos activarnos socialmente no solo allí sino que también aquí para seguir haciendo presión a las instituciones para que cumplan con lo prometido en relación con la acogida de los refugiados”, explica Batirtze. “Con la labor que hagamos en Grecia es cómo si le faltara una pata a la silla, al llegar denunciaremos lo visto”, agrega Izaskun.

En las aulas, las profesoras han intentado “concienciar a los alumnos sobre esta realidad y decirles para qué íbamos allí y lo que estaba ocurriendo con cierto criterio ya que son menores. La mayoría de ellos ya habían oído algo y se sintieron muy inmersos en lo que les contábamos. Nos han dado chuches, postales, juguetes y todo tipo de mensajes para los refugiados”. - A.A. / Foto: O. M.

El Post-it

Donativos. Las dos profesoras, para el mejor desarrollo de su labor humanitaria en Grecia, han puesto en marcha una cuenta bancaria en la Caixa con el número ES32 2100 5015 0008 9760. “La gente ha ido metiendo dinero ya en la cuenta. Nos sentimos responsables de ello y sin duda queremos hacerlo llegar a los refugiados en forma de ayuda como pueden ser la compra de alimentos o mantas. Estamos muy agradecidas, la gente se ha volcado”, manifiesta Ruiz de Larramendi.