Bomberos navarros impulsan un proyecto voluntario para refugiados sirios en Idomeni
Proveen de verduras, leña y dotaciones a los 12.000 exiliados, la mayoría menores
Pamplona - En el campo de refugiados de la ciudad griega de Idomeni, al norte de país, unas 12.000 personas sirias intentan convivir en unas condiciones deplorables. Sensibilizados por lo que allí se está viviendo, tres bomberos pamploneses de 33 años decidieron ir al foco de la noticia para intentar dar, “al menos, un día digno a los refugiados”. Llegaron el 14 de abril “sin nada; fuimos con la idea de trabajar en la escuela, organizando o repartiendo alimentos”, y en pocos días empezaron a costear dos camiones diarios llenos de fruta y verdura fresca, además de leña. Así lo narra David Echeverría Vilches, protagonista de este acto voluntario junto a sus compañeros Iñaki Arbeloa Yerro y Alberto Irisarri Martínez de Olcoz.
Los primeros días, estos tres pamploneses (aunque Alberto es vecino de Zizur Mayor) fueron conociendo las necesidades reales y empezaron desde la distancia una campaña de recaudación de fondos en Navarra. “La respuesta fue increíble”, apunta David con entusiasmo, y gracias a la ayuda del colectivo de bomberos y de gente anónima, estos tres jóvenes proveen a los ciudadanos sirios de una ración diaria de fruta y verdura, leña, y han instalado una placa solar y toldos en una escuela que atiende a unos 500 menores, a quienes han repartido material escolar. En total, un presupuesto de más de 1.000 euros diarios; solo el camión de vegetales (un proyecto de un grupo de bomberos catalanes que llegó a peligrar por la falta de fondos) supone 700 euros cada día y las cinco toneladas de leña (para el frío de las noches y poder cocinar), otros 300.
Aunque los tres volvieron a Pamplona el lunes, otros dos compañeros, Iosu Cabello y Ramón Azcona, le dieron el relevo hace cinco días y pronto se sumará Dani Lisarri. Todos volverán el 10 de mayo, después de ser reemplazados por otros dos voluntarios. Así se mantendrá un proyecto con aspiraciones a crecer, por lo que siguen buscando donaciones económicas.
La primera de las nuevas medidas, explica David, es “crear una cesta tipo para recién nacidos” que incluya barreños para el aseo, productos básicos de higiene tanto para el bebé como para la madre, cremas o chupetes, entre otros.
“Experiencia única” Para Alberto Irisarri, los 15 días de voluntariado en Idomeni han sido “de sentimientos buenos y malos al mismo tiempo”. Por un lado, los niños, la población mayoritaria, juegan algo ajenos a la situación que viven, “mientras los mayores tienen la mirada perdida porque no saben qué va a ser de ellos”. Pero lo que más marcó a este zizurtarra fue una escena a los pocos días de llegar: “De repente, pasaron unos cazas (aviones militares) por encima del campamento. Todos salían corriendo de las tiendas con las caras desencajadas del miedo, llorando y gritando porque estaban seguros de que los iban a bombardear. Ahí te das cuenta, solo un poquito, de lo que sufren cada día en su país de origen”. Muy de cerca, su amigo y compañero David señala que “hay historias terribles, de gente que lo ha perdido todo”, y recalca la tensión que se vive allí. “La gente se pega ocho horas haciendo cola para poder coger un trozo de pan y a veces no les llega”, relata. Una situación que sueñan con cambiar.
Número de cuenta. Los interesados en apoyar el trabajo de estos voluntarios navarros pueden hacer una donación económica en la cuenta de Caja Rural 3008 0069 19 3350312421. Lo recaudado va “íntegramente”, especifica Echeverría, al proyecto, dado que los voluntarios costean de su bolsillo tanto el viaje a Grecia, como el alojamiento y la alimentación.
Facebook. Para ponerse en contacto con Alberto, David o Iñaki existe una página en Facebook, Por un día digno para los refugiados de Siria Dav/Arb/Pis.
Voluntarios. Iñaki, Alberto y David han tenido que volver a Navarra para seguir con su trabajo. Lo mismo, Iosu, Ramón y Dani. Por eso, para continuar con el proyecto, fomentan la campaña voluntaria en el cuerpo de bomberos.