Un ladrón sin escrúpulos

Empatía, reparo y conciencia fue lo que les faltó a unos ladrones sin escrúpulos que el pasado sábado robaron a una vecina con minusvalía de Cintruénigo, Pilar Zamora, de 58 años, quien bajó al garaje de su domicilio con el objetivo de salir a hacer la compra cuando descubrió que el triciclo eléctrico que la ayuda a moverse por el pueblo había desaparecido.

Enseguida, esta exprofesora del IESO la Paz de Cintruénigo y voluntaria de la Asamblea Local de Cruz Roja, avisó a sus vecinos, quienes ante la dificultad que tiene para poder caminar inspeccionaron cada rincón del garaje comunitario sin resultado alguno. Seguidamente, la mujer se presentó en las dependencias de la Policía Municipal de la localidad para denunciar lo ocurrido, aún consciente de que recuperar su medio de transporte es algo que se le antoja difícil. “Quienes lo hicieron sabían a qué venían y se lo llevarían en un furgón”, lamenta.

Desde entonces, Pilar, que vive sola, no ha vuelto a salir de su domicilio como acostumbra cada día, pese a que su minusvalía le impide moverse con facilidad. Una condición que vive desde hace siete años, después de que un ictus le dejara una hemiplejia lateral, razón por la que desde entonces se mueve en este triciclo eléctrico, valorado en unos 2.000 euros. “No me va a quedar otro remedio que comprarme otro cuanto antes ya que lo necesito imperiosamente”, señalaba ayer apesumbrada, a punto de adquirir un sustituto.

Pasados unos días y cuando el suceso se ha sabido por la población, la profesora ha ido recibiendo el apoyo de muchas personas a través de las redes sociales, a la par que la indignación entre sus vecinos es cada vez más palpable ante un hecho “tan miserable”, como definen varios de ellos.