pamplona - La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona ha absuelto a un hombre al que se acusaba de haber accedido a los correos electrónicos de tres trabajadores de Gamesa y de haber difundido un documento confidencial sobre una posible externalización de los servicios informáticos. La sentencia, que puede ser recurrida, considera que se produjo ese acceso no autorizado a los correos y el reenvío de ese documento confidencial, pero entiende que hay una “duda razonable” de que el acusado fuera el autor de los hechos.
En el auto se explica que el acusado, extrabajador de una empresa de servicios informáticos, estuvo empleado primero en Liebherr Industrias Metálicas (entre el 2 de mayo y el 14 de octubre de 2005) y después (del 17 de octubre de 2005 al 31 de agosto de 2012), en Gamesa. Entre el 14 de junio y el 2 de agosto de 2012, desde una IP cuya titularidad no se ha determinado, se realizaron varios accesos no autorizados a la cuenta de correo de un trabajador de Gamesa. El acusado interpuso una demanda por despido improcedente contra su empresa y contra Gamesa, que fue desestimada por el Juzgado de lo Social número 1 de Pamplona en sentencia de 20 de marzo de 2013.
Tras su despido, el acusado obtuvo el 5 de febrero de 2013 una licencia de apertura de una perfumería en la calle San Nicolás de Pamplona, en la que, desde el 23 de enero de 2013, instaló un router de red wifi que no consta que fuera de acceso restringido y hay indicios de que por lo menos durante un tiempo no determinado fue abierta.
A partir del 28 de febrero de 2013, tras la apertura al público del local, y hasta el 7 de junio de 2013, empleando esa red wifi, persona o personas no identificadas accedieron por vía externa a correos de trabajadores de la empresa Gamesa y se inspeccionaron hasta 845 mensajes dirigidos o enviados por estos empleados. El 16 de abril de 2013, un trabajador de Gamesa recibió en su cuenta de correo corporativa un mensaje de la empresa Ibermática, con un documento de carácter confidencial en el que se hacía una propuesta para la externalización del servicio informático, con datos de los trabajadores que podrían verse afectados.
A través de la IP del establecimiento del acusado, ese documento, parcialmente alterado para ocultar parte de los sueldos de los trabajadores que podrían resultar afectados, se envió a los mismos el 19 de abril de 2013. La revelación de este documento no consta que haya supuesto perjuicios para Gamesa, según se indica en la sentencia. La juez concluye que efectivamente hubo una serie de accesos no consentidos a las cuentas de correo de tres trabajadores de Gamesa y en uno de ellos el autor se apoderó de un documento que se reenvió a terceras personas.
Sin embargo, considera que hay una “duda razonable” de que el acusado fuera el autor de los hechos, una duda que “en parte podría haberse despejado mediante determinadas diligencias de investigación que no se llevaron a cabo”. Los indicios de la acusación “no constituyen una prueba plena bastante que despeje las incógnitas que también existen en esta causa”. - D.N.