pamplona - Josep Pàmies Breu, de 68 años, es agricultor ecológico en Balaguer y la cabeza visible del movimiento Dulce Revolución. Cree que la OMS y las farmacéuticas son organizaciones criminales y ahora se enfrenta a un juicio en el que le piden dos años de prisión y 16.000 euros de multa por cultivar marihuana. Ayer estuvo en Pamplona para impartir la charla La necesidad de una alimentación artesana, sin aditivos, de la estación y ecológica, organizada por el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN), en el marco de la II Feria Navarra Ecológica.
Usted proviene de una familia de agricultores. ¿Por qué abandonó la producción convencional para dedicarse a los cultivos ecológicos?
-Mis tíos y yo estábamos enfermos. Entonces nos dimos cuenta de todos los errores que habíamos cometido. Agricultores que habían comenzado a trabajar con cultivos ecológicos nos aconsejaron probarlo, empezamos y aquí estamos.
Defiende que enfermamos con la comida.
-No lo digo solo yo. La OMS, la organización que a veces es tan criticada, también por nosotros, ha demostrado que 58 millones de personas mueren al año por la mala alimentación. No de hambre. Por la alimentación basura y la falta de ejercicio. Hay informes de estos organismos que lo corroboran. Los tenemos en la mano y parece que a los Gobiernos no les llega. Hace no mucho salió que la carne roja no procesada produce cáncer. Esto es solo la punta del iceberg.
Además de alimentos ecológicos, cultiva plantas medicinales. ¿Cómo las conoció?
-Cuando mi familia y yo cambiamos los cultivos convencionales por los ecológicos, descubrí la stevia. Empecé a investigar y me impactó todo el entramado que había detrás para evitar su legalización. Conocí una asociación de padres con hijos diabéticos por culpa de un medicamento que reclamaban el uso de la stevia. Y probé. Comprobé que muchas de las personas con esta enfermedad, hipertensión o colesterol, entre otras, que pasaban por mi casa mejoraban al tomarla. Me indignó. Pensé que lo que pasaba con esta planta podía pasar con muchas más.
Ahora, desde su asociación Dulce revolución promociona plantas ilegales como la stevia.
-Intentamos cambiar el mundo a través de la alimentación y de la autosuficiencia. Hay muchos interesados y al que le gusta puede practicarlo. Creemos que si no compartiésemos lo que conocemos, seríamos unos egoístas.
El 25 de mayo será procesado en un juicio por cultivar marihuana para uso terapéutico. La Fiscalía pide para usted dos años de prisión y 16.000 euros de multa.
-Me parece poca cárcel. A amigos míos de Valencia o la CAV les piden cinco años por muy pocas plantas. Espero que el juez me absuelva. Le ofrecí testimonios de médicos que recetan marihuana en sus consultas privadas y de investigadores, y los rechazó. O tiene muy claro que me tiene que absolver o tiene muy claro que me tiene que condenar.
Ha llegado a recomendar marihuana para bebés...
-Nosotros recomendamos dosis que no colocan. Luego son los padres los responsables de obedecer.
Tanto la stevia como la marihuana son ilegales y parte de su negocio se basa en ello. ¿No le preocupa?
-No hay ninguna planta ilegal ni ningún ser humano ilegal. Las leyes injustas están para incumplirlas. Soy un ciudadano responsable, pago impuestos, no hago daño a nadie, intento ayudar... Solo incumplo las leyes que considero absurdas y criminales.
Como remedio al cáncer propone una planta que se llama kalanchoe, pero hay personas que aseguran que les ha provocado obstrucciones en el aparato digestivo.
-Estos problemas solo se producen si sobrepasas la dosis recomendada. Nadie que la haya tomado por recomendación nuestra nos ha denunciado por sus consecuencias.
MMS, clorito de sodio, una sustancia tóxica e ilegal de la que usted también predica sus propiedades.
-En China lo están patentando para todo tipo de cánceres y en Alemania o Austria se permite a los médicos recetarlo. No es lejía como dicen algunos. El hipoclorito de sodio sí que se utiliza como depurador de agua, por ejemplo. Esta diferencia es importante. Podríamos desinfectar el agua con clorito de sodio y no intoxicarnos. No sé por qué el Gobierno no lo legaliza.
Una vez afirmó que los médicos en España no recetan todos estos productos por miedo.
-Ellos no pueden aconsejar todo lo que desean. La libertad de cátedra se ha roto. Los médicos saben que hay otras soluciones, pero si las utilizan, van a la calle. Lo curioso es que solo sucede en la sanidad pública. A nivel privado sí pueden hacerlo. Y es el único país en el que ocurre. En otros lugares de Europa, como Suiza, estos remedios sí están en el sistema público. Espero que aquí llegue el momento en el que el médico y el paciente puedan escoger con libertad.
Su pseudociencia va en contra de muchos años de investigación y avances.
-En contra no. La investigación científica ha sido un paso para llegar hasta aquí, pero no es toda la verdad. Con la stevia, la kalanchoe o el MMS se pueden dar más pasos. La ciencia tiene un límite. Es el inicio de otras investigaciones.
Llamó criminales la OMS y defiende que las farmacéuticas son el negocio de la muerte, ¿de verdad lo cree así?
-Lo son. En África, por ejemplo, vemos curaciones de malaria utilizando artemisa. Pero las grandes organizaciones no quieren verlo. Hay sustancias que son muy baratas.