Piden cárcel por mutilar a gallos para peleas en Cascante

pamplona - La Fiscalía navarra reclama nueve meses de prisión al titular de una explotación avícola de Cascante, Ramón G.V., de 47 años de edad, por un delito de maltrato animal al considerar que el acusado procedió a la mutilación de más de una decena de gallos que tenía en su granja para posteriormente organizar peleas con los animales. El procesado se sentará en el banquillo de los acusados de un juzgado penal en las próximas fechas. La investigación del asunto, dirigida por el juzgado de Instrucción 5 de Tudela, finalizó en fechas recientes y de las diligencias realizadas, así como de los informes, existías indicios según la juez de la dedicación del acusado a “peleas ilegales de gallo, peleas que justificarían el descrete y el cortado de plumas realizado a los animales, sin que, a la vista de las diligencias, exista razón veterinaria para ello, apuntando todo a una posible mutilación de los animales con fines lucrativos, dado que no se cumple al no encajar el presente caso en los supuestos permitidos” rezaba el auto de la juez que cerraba el procedimiento. En el mismo, la instructora exponía que había indicios de delito tanto en el acusado como en un hombre y una mujer que expidieron los certificados veterinarios del descrete de los animales. Sin embargo, a la hora de presentar su escrito de acusación, la Fiscalía entiende que la acusación debe archivarse respecto a esas dos personas y continuar solo contra el responsable de la granja.

DOLOR INNECESARIO Así, el Ministerio Público relata que el acusado “en varias ocasiones hasta junio de 2016, con intención de causar un innecesario dolor, y probablemente con la finalidad de realizar peleas ilegales de gallos, ha realizado el descrete de al menos 18 gallos, consistiendo tal descrete en cortales a los animales la cresta, las barbillas y las rejas. Para llevar tal función, el acusado era propietario de multitud de tijeras y otras herramientas que se le incautaron en su propiedad. Del mismo modo, trataba de justificar la legalidad de su actuación con dos certificados genéricos de veterinarios que autorizaban tal descrete; pero sin embargo, no se daban los requisitos exigidos para poder realizar tales mutilaciones”.

La Fiscalía reclama asimismo para el acusado que se le inhabilite durante tres años para ejercer un trabajo que tenga relación con los animales y para tenencia de los mismos. Los participantes en peleas ilegales de esta índole justifican esta mutilación alegando que esa zona es la parte del cuerpo del animal que más sangre, por lo que le impediría la visión de su contrincante. En el momento del arresto, la Guardia Civil informó de que los gallos eran entrenados por el propietario, de tal forma que les obligaba a correr y les hacía nadar en una bañera de agua para que entrenaran el movimiento de alas .