Pamplona - Luis González Fernández, vecino de Murchante de 54 años, y Ricardo García Catalán, ablitense de 35, los dos trabajadores fallecidos el viernes en un accidente laboral ocurrido en la estación depuradora de Corella, murieron por asfixia, según apuntan las investigaciones de Policía Foral, debido a la falta de oxígeno en el pozo en el que se encontraban.

Al parecer, los dos operarios estaban trabajando en las obras de ampliación de la capacidad y de los accesos de la depuradora, que habían comenzado dos semanas atrás, cuando Luis González, trabajador de Lacunza Construcciones, accedió a un pozo cilíndrico para retirar una tubería provisional que conducía las aguas fecales mientras se realizaban las obras. Una vez finalizadas éstas, el operario, que realizaba labores de albañilería, se disponía a conectar la conducción ordinaria cuando cayó al fondo del pozo, posiblemente al verse afectado por la escasez de oxígeno debida a las emanaciones de gases procedentes de las aguas sin depurar que contenía la fosa.

En ese momento, Ricardo Catalán, empleado de Socamex, la empresa subcontratada para el mantenimiento de las instalaciones, trató de ayudar a su compañero pero también acabó cayendo al fondo del pozo, de unos tres metros de profundidad. Concretamente, en este tipo de fosas de aguas residuales como la de la depuradora, propiedad de la empresa pública Nilsa, se acumulan gases pesados que desplazan el oxígeno hacia arriba, por lo que en el fondo del pozo no había aire respirable lo que provocó la asfixia de los dos trabajadores, según señalaron fuentes de Sos Navarra.

De esta manera, Luis González y Ricardo Catalán fallecieron en el fondo del pozo, lo que dificultó en gran medida el rescate de los cuerpos por parte del equipo de bomberos, debido a la estrechez del conducto, de apenas un metro de diámetro. La movilidad de los bomberos que accedieron a su interior, equipados con máscaras y botellas de oxígeno era mínima, aunque finalmente efectivos del parque de Tudela y de Peralta lograron rescatar los dos cadáveres sobre las 17.45 horas.

Murchante y Ablitas, de luto Desde que se conoció la noticia del accidente, las localidades de los dos fallecidos, Murchante y Ablitas, viven una jornada de duelo continua. Familiares y amigos de Luis González lo velaron ayer y hoy oficiarán su funeral en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Murchante a las doce del mediodía. Luis tenía 54 años y era soltero sin hijos. Vivía con su madre en la localidad ribera desde niño y era una persona con mucha presencia en la vida del pueblo. Actualmente trabajaba en Lacunza Construcciones, sector al que se dedicó durante toda su vida.

Por su parte, a Ricardo Catalán lo despidieron ayer en el tanatorio de Tudela, donde hoy se celebrará su funeral a las doce del mediodía y posteriormente se efectuará la conducción del cadáver hasta el cementerio de Ablitas, localidad en la que residía desde hacía varios años, aunque era natural de Zaragoza. A sus 35 años estaba casado con Nerea Ruiz Alegría y era padre de dos hijas de seis y dos años de edad. Con ellas vivía en la localidad ribera, de donde era oriunda su mujer.

Luis González. Los allegados de Luis González lo despiden hoy con la celebración de un funeral en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Murchante a las 12.

Ricardo Catalán. Los restos mortales de Ricardo Catalán estuvieron ayer en el tanatorio de Tudela, donde hoy le oficiarán el funeral a las 12 y será trasladado al cementerio de Ablitas.