- La segunda onda epidémica del coronavirus ha dejado otro rastro desolador a su paso, pero al menos en el plano sanitario y asistencial, y a nivel de tratamiento para las patologías de los pacientes parece que se ha encontrado con varias lecciones aprendidas y un sistema más robusto y preparado que el existente en Navarra a partir del 29 de febrero, cuando se detectó el primer contagio de una mujer en la Comunidad Foral. En su último informe epidemiológico, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra enfatizan las cifras del balance entre las dos olas de la pandemia.

Para ello distinguen entre los casos confirmados de covid existentes hasta el 30 de junio, que se correspondería con la llamada primera ola del virus, y los que se han diagnosticado a partir del 1 de julio cuando ya se trataría de una segunda, y extienden tal división temporal a todo tipo de consecuencias de la pandemia a nivel de enfermos, críticos y fallecidos. De esta forma, los especialistas afirman que la segunda ola "está siendo menos abrupta y más extendida en el tiempo que la primera". En cuanto a las afecciones provocadas por el coronaviurs, el número de hospitalizaciones ha alcanzado en estos últimos meses valores similares a los de la primera onda: 2.007 ingresos se han sucedido desde julio frente a 1.934 que hubo antes del citado mes. Hay por tanto un 3,7% más de ingresos en hospitales, pero donde de verdad se aprecia el cambio decisivo de esta segunda ola es en los ingresos en la Unidad de Cuidados Intensivos. Las hospitalizaciones en UCI han superado a los de la primera onda en un 40%: son 197 desde julio frente a 139 antes de julio. Si solo se tomaran los datos a partir del 1 de septiembre, los ingresos en la UCI ya alcanzarían los 130.

Por ello, la diferencia más apreciable entre ambas sacudidas de la pandemia se refleja en el número de defunciones, cifra que "está siendo mucho menor (menos de la mitad), a lo que contribuye la menor afectación de centros socio-sanitarios (residencias de mayores, sobre todo)", dice Salud Pública. Así, desde julio se han registrado 322 defunciones, frente a las 529 registradas y unas 700 estimadas en la primera onda. Son un 39% menos de muertes En la semana del 9 al 15 de noviembre se registraron 124 defunciones (última semana con datos completos), cifra dentro del rango normal en esta época del año, a pesar de las 34 defunciones atribuibles al covid-19 que se registraron en dicha semana.

El informe de mortalidad diario del Instituto de Salud Pública Carlos III detalla que, en la primera ola, entre el 19 de marzo y el 25 de abril, se produjeron 700 fallecimientos, un 123,5% más respecto a los decesos esperados en ese periodo, y entre el 4 y el 11 de octubre (segunda ola) hubo 52, un 48% más que lo previsto. Por otro lado, el informe detalla que hasta el 12 de octubre se han registrado en Navarra un total de 5.263 decesos, un 17% más, cuando la cifra habitual en este periodo ronda los 4.500.

Por las pruebas que ahora se hacen y antes no. El Instituto de Salud Pública advierte en su informe que "el número de casos confirmados no permite una comparación de la incidencia entre distintos momentos, porque el número de pruebas realizadas ha cambiado considerablemente durante la pandemia. La evaluación de los pacientes a través de PCR y, ahora, de test antígenos se empezó a generalizar después de la primera ola del virus. En marzo y abril apenas se realizaban cribados ni pruebas salvo a personas sintomáticas graves. El índice de reproducción epidémico se ha mantenido por debajo de 1 durante las tres últimas semanas.