La Sociedad Navarra de Medicina de Familia y Atención Primaria (namFYC) ha premiado la investigación realizada por cinco médicos en formación (Claudia Viniegra Novoa, Diego Gil Martín, Blanca Satrústegui Alzugaray, Ane Erdozain Larrañaga y Andrea Larrañaga Elizalde) y una enfermera en formación (Nahia Arraiza Gulina) del Centro de Salud de San Juan sobre las características médico-sociales de los pacientes itinerantes (de corta estancia) alojados en el albergue municipal de Pamplona para personas sin hogar. Un trabajo que les ha permitido concluir que, además de que “son menos pacientes de los que creíamos, principalmente varones y la mayoría, españoles”, como apuntó Blanca Satrústegui, “hacen falta más estudios para mejorar la atención a este colectivo” y, para ello, consideró conveniente mejorar su seguimiento.

El pasado martes Maitane Tainta, presidenta de namFYC, y Javier Bartolomé, vocal de investigación, les entregaron el cheque de 300 euros del premio en el marco de las XVI Jornadas Formativas, celebradas de forma virtual desde el Colegio de Médicos de Navarra y que reunieron a más de 100 profesionales de la Atención Primaria.

Blanca Satrústegui, que expresó su satisfacción por este “reconocimiento”, que supone “una motivación dentro de este año que ha sido tan peculiar y un poco de energía para seguir haciendo cosas”, explicó que con este estudio querían hacer “la foto de cómo es la atención” que reciben estas personas, el tipo de consultas que realizan y saber cuántos pacientes itinerantes consultaban en el Centro de Salud de San Juan.

La recogida de datos para el estudio observacional premiado se realizó, a través de encuestas cerradas, desde octubre de 2019 hasta marzo de 2020 (ambos inclusive); un tiempo en el que en este centro de salud -el de referencia del albergue municipal- atendieron a un total de 25 pacientes, de los cuales un 88% fueron hombres, y con una edad media de 42,76 años.

Por nacionalidades, el 56% eran españoles; el 12%, de Marruecos; el 8%, de Venezuela (8%); otro 8%, de Argelia (8%) y, en menor medida, de Ecuador, Colombia, Portugal y Senegal. Asimismo, el 88% tenían cobertura sanitaria.

el 72% de las consultas, sociales El número de pacientes atendidos fue “bajo”, según destacaron en las conclusiones del estudio, pero más de la mitad de las consultas (un 52%) fueron consideradas “difíciles”, principalmente por la falta de seguimiento posterior (en un 29,5% de los pacientes) y por la barrera cultural (en un 17,7%). Otras causas de esa complejidad, aunque en menor porcentaje, fueron la existencia de patología mental concomitante, la relación con el médico de familia, la dificultad de acceso a la atención especializada, la barrera idiomática, el cumplimiento terapéutico y el desconocimiento de la Atención Primaria.

En la mayoría, la causa de la consulta fue social (en el 72% de los casos), sobre todo por solicitud de medicación (43,3%) o de informe para prorrogar la estancia en el albergue (13,3%).

Los motivos de consulta por patología fueron de causa genitourinaria (20%), cardiopulmonar (17,1%) e infecciosa (14,3%), principalmente. En menor porcentaje y de mayor a menor incidencia: digestiva, musculoesquelética, dermatológica, salud mental, higiénica y neurológica.

Mejorar el seguimiento

Preguntada por qué acuden poco estas personas al centro de salud, Satrústegui explicó que la mayoría de los pacientes itinerantes “están solamente tres días en el albergue y esa corta estancia tampoco facilita mucho el poder consultar” y que, además, consultan en otros servicios, como urgencias hospitalarias, San Martín... Tras concluir que “hay margen para poder mejorar la atención que reciben”, sostuvo que, “al ser un colectivo socialmente desfavorecido, todo lo que es la patología médica también está infraatendida”. Por ello, abogó por fomentar la continuidad en el seguimiento, porque “siempre que pudiese haber una continuidad en el seguimiento podría haber también una mejor adherencia a tratamientos, a seguimiento médico...”, lo cual mejoraría la atención y, por tanto, su salud.