- Claudia Salvatierra es fisioterapeuta, un grupo de sanitarios cuya labor no requiere una gran exposición al virus, pero sí el contacto estrecho con mucha gente. En su caso, además, con personas de edad avanzada y que sufren párkinson, una población de mucho riesgo ante el covid-19. "Trabajo con muchas personas mayores y al final que nos vacunemos nosotros supone protegerles también a ellos", destacó Claudia, que trabaja en la Asociación Navarra de Párkinson y que señaló que atiende a unos diez pacientes diferentes al día.

Ella fue una de los 1.300 profesionales de colectivos sanitarios de segunda línea que ayer pasaron por Refena para recibir la vacuna de AstraZeneca. En las instalaciones, los sanitarios iban pasando por las cabinas de vacunación, daban sus datos y recibían el pinchazo. Tras ello, salían al pabellón principal donde se ha habilitado una sala de espera para que aguarden 15 minutos por si sufren alguna reacción adversa. No fue el caso de Claudia, que pasado ese tiempo se marchó. "Venía un poco asustada pero la verdad que el pinchazo no ha sido nada y me fío de la vacuna porque ha sido aprobada por la Unión Europea", destacó Claudia.

Ahora, tendrá que esperar tres meses antes de recibir la segunda dosis de la vacuna que le dará la inmunidad completa. "Que sean tres meses en lugar de tres semanas como las otras vacunas tampoco importa tanto porque las medidas hay que seguir cumpliéndolas", comentó.