Bharath Sunku tiene 28 años y nació en Chintamani, la India, aunque desde hace 8 años vive en Toronto, Canadá, donde cuenta con el estatus de residente permanente. Llegó a Pamplona el pasado 20 de noviembre a través de sus estudios de máster en Farmacología en la universidad de Nottingham Trent University, en Inglaterra, donde le ofrecieron realizar prácticas eramus con una beca en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.

Sunku detalla que estaba viviendo en Inglaterra cuando estalló la pandemia de la covid, y que decidió retornar a Canadá, donde estuvo seis meses, antes de venir a España. “He visitado tres países diferentes en el año de la covid”, destaca. El motivo para volver a su país, cuenta, fue que en marzo del año pasado sintió que el Reino Unido no era muy seguro por la pandemia. “Cuando estaba en Inglaterra estaba realmente asustado, tenía una especie de pánico de algo y quise salir del país. En esa época, allí la gente, al menos en el lugar donde yo vivía, no mantenía la distancia de seguridad ni llevaban mascarillas”, recuerda.

Sobre la situación por la covid en Canadá, subraya que ahora mismo los restaurantes y las tiendas están abiertos, pero solo permiten pedir para llevar fuera. “Allí hay una especie de confinamiento ahora mismo, creo que hasta finales de este mes, debido a la ligera subida de los contagios después de las navidades”, agrega. Cuenta que igual que en el Reino Unido, en Canadá las clases también son on line. “En algunos sitios en los que hay que ir al laboratorio, ahí si puedes ir, sino todo es on line”, señala.

Seis meses después, le surgió la oportunidad formarse en el CIMA como investigador. “En ese momento era dificil conseguir este tipo de prácticas en Inglaterra debido a la covid, en la mayoría de los sitios en los que estaba mirando no había oportunidades, tampoco en Canadá en ese momento”, afirma. Entonces lo tuvo claro y vio que su mejor opción era marcharse a Pamplona. Ahora que ya se encuentra viviendo en la capital navarra, siente que está en un sitio más seguro, “gracias a la responsabilidad social que hay”.

Acerca de sus prácticas, informa que trabaja en biología molecular en un laboratorio del CIMA, aprendiendo las técnicas para hacer las PCR. “Vine por la beca, y el único problema, que en realidad es un problema menor ya que la beca la curso en inglés, es que me va a llevar un año aprender español”.