- Estitxu Subiza, profesora del Grado Superior de Animación sociodeportiva en el CIP Lumbier, es una de las profesoras que participaron ayer en el escape room del monte Ezkaba. Contó que el proyecto iba a ser una gymkana en un principio, pero al final fue cogiendo mucho peso y terminó siendo un escape room. “Nos gustó la idea, por lo que significa para Navarra y porque les permitía a nuestros alumnos poder crear un evento de este estilo. Son alumnos de primero, y aunque este sería un proyecto como para segundo, han trabajado muy bien”, manifestó. La idea, aclaró, era amenizar un concepto histórico en una situación real. “Hemos representado todos los roles que había en la época de la fuga: las mujeres, los niños, los testigos, los guardias que subían al fuerte, los militares y los presos”, relató.

El alumnado de Lumbier y de la Escuela de Educadores fueron los monitores del proyecto, el cual llevan meses diseñando, y expresaron que el resultado final había sido “un éxito”.

Nekane, de la Escuela de Educadores, afirmó que “es muy enriquecedor para todos los que hemos participado haberlo podido hacer en vivo, creo que ha sido un éxito porque hemos logrado aprender y a la vez divertirnos”. Hugo, compañero suyo, informó que “a la hora de hacer el proyecto hubo altibajos, pero es normal en un plan de estas magnitudes. Lo más vital que he aprendido yo es la importancia de la memoria histórica, ya que hay que saber la historia para no repetirla”.

Xabier Goñi García, del CIP Lumbier, destacó que el proyecto les hizo mucha ilusión a el y a sus veinte compañero de clase. “Lo único que nos echaba para atrás era la covid, pero hemos cumplido las medidas sanitarias”. Por otro lado, consideró que sin pandemia el resultado hubiese sido mejor. “Habría más alumnos jugando y los monitores que estábamos solos en las pruebas hubiésemos estado más activos, ahora han venido 80, pero en una situación normal hubiesen sido unos 400 escolares”.