Conforme avanza el proceso de inmunización contra el coronavirus, se van descubriendo nuevos síntomas y efectos secundarios que pueden causar las vacunas. Uno de estos lo causa la vacuna de Moderna, el brazo Covid, una reacción cutánea que causa picor y dolor en la zona en la que se ha recibido la vacuna.

Es una reacción cutánea retardada, ya que surge hasta 7 días después de haber recibido la primera dosis o dos días después de recibir la segunda. Sus síntomas son enrojecimiento, hinchazón, picor y dolor al tocar el área afectada. Sin embargo, no es grave y tiende a desaparecer pocos días después.

El efecto ha sido documentado por la revista científica Jama Dermatology, que afirma que se trata de un fenómeno de hipersensibilidad retardada. La investigación afirma que esta reacción es benigna y en ningún caso supondría un riesgo para el paciente.

Cuando se recibe la vacuna, el sistema inmunitario se activa, preparándose para reconocer y combatir al virus en el futuro. Esta respuesta y la inflamación que conlleva puede en ocasiones resultar en un sarpullido. No obstante, siempre que suceda al menos unas horas después de la adminsitración del fármaco, no supone ningún peligro.

El brazo Covid no se ha encontrado entre los pacientes vacunados con Pfizer, la otra vacuna de tipo ARN mensajero utilizada a escala global.

Cabe recordar que las vacunas están funcionando incluso mejor de lo que se esperaba y que la administración de los viales a gran escala será lo que permita que se alcance la inmunidad de rebaño, una meta necesaria para acabar con la pandemia y recuperar la vida normal.