Los colegios de Orkoien están en lucha para lograr dos horarios en el transporte escolar: uno para quienes quieran volver a casa después de comer y otro para aquellos que cursan extraescolares. Cerca de cien familias de alumnos transportados han protestado este mediodía delante del colegio Auzalar de Orkoien por el derecho al transporte de sus hijos e hijas.

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El problema nace con la obligatoriedad de los centros de ofrecer extraescolares al menos cuatro días a la semana. Si un alumno se queda a cursarlas, obliga al resto del autobús a esperarle antes de volver a casa. Es lo que ocurre, por ejemplo, en los centros Auzalar y San Miguel de Orkoien, aunque el problema se extiende a muchas zonas rurales.

Irantzu Huici, vicepresidenta de la Apyma de Auzalar, ha sido la encargada de leer el comunicado de las familias. Y sus peticiones han quedado claras. "Las familias transportadas de Auzalar y San Miguel solicitamos un derecho de transporte para satisfacer a todo el alumnado. Por un lado, el servicio de sesión bazkal (15.15 horas) y, por otro, el servicio posterior a las actividades extraescolares (16.30 horas). Solicitamos al Gobierno de Navarra y a los departamentos correspondientes que hagan un esfuerzo político, organizativo y también económico para mantener los dos horarios de transporte".

En base a una encuesta realizada, 190 alumnos de los centros de Orkoien querían volver a casa a las 15.15 y solo 17 a las 16.30. "Hay cinco líneas de autobús y se podría atender a toda la demanda sin necesidad de aumentar el número de líneas", aseguran en el comunicado. La escuela, la Apyma, los Ayuntamientos y los padres y madres han mostrado su apoyo.

Educación, sin embargo, mantiene su negativa y la respuesta que han dado a las familias ha sido la siguiente: "No constatando aceptación de adelanto, por parte de la totalidad de las familias y ante la imposibilidad de adelantar ninguna de ellas sin realizar cambios en los recorridos, no es posible el cambio".Mensaje al consejero Gimeno

Las familias responden. "Queremos mandarle un mensaje al consejero Carlos Gimeno: no lo entendemos ni aunque leamos la frase mil veces. Solo sirve para lanzar la pelota fuera y dejar la responsabilidad a las familias y los ayuntamientos".

Ahora, la mayoría de las familias se ven obligadas a recoger a sus hijos e hijas en el colegio en vehículos particulares. "Esto colapsará la entrada escolar y el pueblo de Orkoien. Además, supone un aumento de la contaminación. Esto queda muy lejos del compromiso que han adquirido los ayuntamientos de los municipios rurales, ya que han firmado con mucho esfuerzo el Pacto de Alcaldías por el clima y la energía", avisan.

Este nuevo problema se suma a la ya precaria situación del transporte escolar en muchas zonas de Navarra. "En estos tiempos en los que se está trabajando contra la despoblación rural, no se puede castigar más a estas familias. Con esta decisión, se está incrementando la discriminación que sufrimos las familias que no tenemos centro escolar en el pueblo en comparación con las familias navarras que los tienen en sus propios barrios. Por otro lado, se restringe el derecho de nuestros niños a conciliar, el derecho a la familia, a la certeza afectiva, a descansar, a crecer en su comunidad y a no ser discriminados por vivir en pueblos pequeños. Creemos que el interés superior de los niños debe quedar por encima de razones económicas o políticas".

En esta situación, una familia que tenga que ir todos los días a recoger a su hijo desde Bidaurreta hasta Orkoien haría 3.840 kilómetros, gastaría 1.344 euros en gasolina, estaría 124 horas en la carretera y contaminaría media tonelada de CO2.