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Medio siglo de historia del IES Navarro Villoslada

Medio siglo de historia del IES Navarro VillosladaUnai Beroiz

“Si todo el mundo quiere venir a este instituto, mi hijo también tiene que estudiar aquí”. Este fue el argumento que le dio al director del IES Navarro Villoslada, Alberto Arriazu Agramonte, un padre interesado en matricular a su hijo en el instituto de Ermitagaña. Un comentario anecdótico que refleja la buena reputación que tiene este centro educativo, un referente en la enseñanza secundaria de Pamplona desde que abrió sus puertas el 21 de octubre de 1971.

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Unos 13.000 estudiantes se han formado en el Navarro, como lo llaman, y la mayoría lo afirma con orgullo. Y es que el sentido de pertenencia que muestran muchos de sus exalumnos pone de manifiesto que el IES Navarro Villoslada deja huella. También guardan recuerdos maravillosos los 1.200 docentes que han dado clase en este instituto, en el que un centenar puso punto y final a su vida laboral. Un centro pionero en la enseñanza de plurilingüismo y en sistemas de gestión de calidad que mantiene intacta la misión con la que nació: buscar el éxito escolar y promover experiencias en el alumnado.

Un instituto femenino que nace en pleno campo

El Instituto Nacional de Bachillerato nº 2 de Pamplona abrió sus puertas en octubre de 1971, un año en el que también nacieron dos himnos de la música Imagine, de los Beatles, y Mediterráneo, de Serrat. Los cuatro primeros años fue un instituto femenino y se matricularon 420 alumnas y trabajaban 17 docentes dirigidos por Ángel Delgado. Tal y como recuerda Javier Sada Arellano, profesor de Geogafía e Historia y actual vicedirector en el número extraordinario de la revista ADN, “era un instituto en pleno campo”.

“El barrio de San Juan estaba en plena expansión demográfica y urbanístico y su crecimiento hacia el oeste comenzaba a dar formal al barrio de Ermitagaña. Pamplona acababa en el colegio nacional José María Huarte y en el barranco denominado la vaguada. Era un instituto en pleno campo y así fue durante los primeros cuatro cursos. Las primeras viviendas de Ermitagaña se construyeron detrás y al lado del instituto, las de ladrillo caravista naranja y tejado negro, cuya construcción comenzó en 1974 y sus primeros vecinos llegaron en 1976”, explica Sada.

Con la muerte del dictador, el instituto se convirtió en mixto y se superaron los 2.000 estudiantes. “Fueron años duros, críticos y muy significativos en la historia del instituto”, asegura en dicha publicación el que fuera director en aquellos años Javier Marcotegui y añade que “en aquella sociedad en la que la libertad de expresión, de reunión y manifestación estaban bastante limitadas, los centros escolares fueron un elemento más de la agitación y expresión política”.

Aunque la historia del IES Navarro Villoslada se escribe mayoritariamente en castellano, durante ocho curso escolares (entre 1988-89 y 1995-96), el modelo D tuvo su espacio en el centro. ”Seis profesores y profesoras jóvenes se encargaron de impartir al alumnado las asignaturas de 1º de BUP (3º de ESO). En total había 80 alumnos repartidos en dos grupos. La mayoría del alumnado acudió al instituto para continuar sus estudios de Secundaria en euskera procedente de las ikastolas municipales de Pamplona y los colegios de Irurtzun y Lekunberri”, recuerda Lourdes Benito, exprofesora del Departamento de Euskera del Navarro Villoslada.

¿Por qué eligen el Navarro Villoslada?

Desde que se implantó la Logse y las enseñanzas de BUP y COU se sustituyeron por las de ESO y Bachillerato, el IES Navarro Villoslada se ha estabilizado en el millar de estudiantes y en la actualidad hay 115 docentes. en los últimos años, este instituto ha dejado ser lo que se entiende por un centro de barrio. “Acogemos al alumnado de los tres colegios adscritos (San Juan de la Cadena, Ermitagaña y José María Huarte) pero los estudiantes de San Juan, Ermitagaña y Mendebaldea son minoría. En 2015, el 45% del alumnado residía en estos barrios y actualmente es el 37%. El resto viene de otros barrios y localidades. Tenemos alumnado procedente de 50 colegios y 43 localidades, mayoritariamente de la Comarca de Pamplona”, explica Arriazu, que asegura que “llegan alumnos nuevos tanto en ESO como en Bachillerato y siempre se quedan muchos en lista de espera”.

¿Cuál es la base de su éxito? Su director cree que son varias las razones que convierten al Navarro en un centro atractivo. “Tenemos una oferta educativa muy amplia en ESO y Bachillerato, una optatividad muy grande, pero además tenemos varias señas de identidad como el club deportivo, el taller de teatro, un coro y orquesta escolar. Pensamos que todo el alumnado tiene que tener al menos una experiencia artística en su paso por el instituto”, afirma Arriazu, que cita como otra de sus virtudes “ser un centro abierto a la sociedad que se apunta a todo lo que sale”.

El boca a boca también es importante, sobre todo, en una ciudad como Pamplona. “Somos un centro con historia, diría que bastante buena, y tenemos muchos exalumnos y exalumnas y ahora son grandes profesionales y todos guardan buenos recuerdos del instituto. Quizá uno de nuestros mayores logros es haber generado un sentido de pertenencia: ser del Navarro. La mayoría de nuestros exalumnos dice con orgullo que ha estudiado aquí y debemos seguir manteniendo ese espíritu”, asevera el director.

A lo largo de su historia, el IES Navarro Villoslada ha sido un centro pionero. Fue el primer instituto público en ofertar un programa plurilingüe en inglés en 2009 y en 2013 se convirtió en el primer centro educativo en ofertar el Bachillerato Internacional. Además realizan intercambios y estancias en el extranjero y participan en proyectos Erasmus+.

En el ámbito de la gestión de calidad, el Navarro fue uno de los tres centros en recibir en 2004 el sello ISO 9000 y también se convirtió en el primer centro educativo en lograr el Premio Navarro a la Excelencia, al que le sucedieron otros reconocimientos como el Premio Nacional en Educación o el Premio Nacional a la excelencia en la gestión pública.

Promover el éxito escolar y experiencias

El IES Navarro Villoslada refleja la diversidad de la sociedad en la que vive. “Tenemos un 40% de alumnado de madre de origen extranjero. Nos quiere todo tipo de alumnado. Somos un centro equilibrado. Tenemos un alumnado estupendo y la diversidad no ha hecho que nuestros resultados empeoren, tampoco los han mejorado como nos hubiera gustado, pero estamos muy orgullosos de nuestros estudiantes. Como dije en el día de la apertura del curso, Pamplona sigue siendo una ciudad muy clasista y en nuestro entorno tenemos cinco centros concertados que no quieren mezclas”, reflexiona.

Después de 23 años en el instituto, los últimos 17 como director, Arriazu dejará el cargo en junio y retomará sus clases de Tecnología. “Hemos preferido dejarlo antes de la jubilación para ayudar al nuevo equipo directivo que nos suceda. Un buen traspaso garantiza el futuro”, afirma este director, quien considera que el hecho de que las direcciones del Navarro Villoslada “siempre hayan sido elegidas y no impuestas por la Administración ha dado estabilidad al instituto. Todo el mundo que viene se quiere quedar y cuando obtiene plaza definitiva se jubila aquí”.

Este director sabe que vendrán nuevas leyes y metodologías innovadoras, y las tecnologías seguirán ganando espacio, pero asevera que “si mantenemos la misión de ayudar al alumnado a tener éxito escolar y promover experiencias en los chavales, el éxito está asegurado”. Y es que como sus compañeras de generación, Imagine y Mediterráneo, el Navarro se ha convertido ya en leyenda.