El tiempo de hoy miércoles continuará condicionado por la borrasca atlántica Celia, situada en el sur de la península, que dejará precipitaciones persistentes en el área mediterránea peninsular, según la Aemet, que prevé además la entrada de un nuevo frente atlántico por el noroeste peninsular, con más lluvias y calima, que también afectará a Navarra aunque en menor medida, al menos hasta el final de la tarde, cuando llegue la lluvia en algunos puntos de la Comunidad. La probabilidad de calima se mantendrá en la Península y Baleares, por lo que las precipitaciones podrán volver a ir acompañadas de barro.

Conviene tomar precauciones, como no realizar ejercicio físico intenso o aprovechando que la tenemos a mano llevar la mascarilla puesta, preferentemente la FFP2. El motivo es que los ojos y la garganta son los mayores afectados por el polvo en suspensión que, según los expertos, puede provocar picores de ojos e irritación respiratoria.

La calima, además de degradar la calidad del aire y disminuir la visibilidad, puede afectar a la salud de las personas de manera grave, según indican los expertos. Los principales afectados son la gente que padece asma. Si bien, otros efectos secundarios derivados por respirar el polvo podrían ser broncoespasmos, crisis respiratorias o episodios de asma. Los expertos recomiendan el cierre de ventanas, el uso de mascarillas en exteriores, la ingesta de líquidos o evitar hacer ejercicio al aire libre.

Al tratarse de partículas en suspensión secas las que inundan desde ayer las calles, no como las de otros episodios meteorológicos como la niebla, producen sequedad cuando entran en contacto con nuestras mucosas.

Las temperaturas máximas se mantendrán este miércoles en Navarra sin cambios significativos, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología, que anuncia además probable calima alta.

En Pamplona y Estella los termómetros se moverán entre 7 grados de mínima y 20 de máxima, en Roncal variarán de 5 a 21, y en Tudela oscilarán entre 9 y 19.

El boletín añade que lloverá de forma débil en el noroeste, sin descartar que las precipitaciones se extiendan al resto de la comunidad, y el viento soplará flojo del sur, arreciando por la tarde, cuando soplará del norte y noroeste.

Jueves: Cielos cubiertos. Lluvias y chubascos en la mitad noroeste, sin descartarlos en la Ribera Baja. Brumas y nieblas matinales y vespertinas en áreas de montaña. Temperaturas mínimas con cambios ligeros y máximas en descenso notable. Viento de norte y noroeste.

Viernes: Nuboso o cubierto. Lluvias dispersas y chubascos durante la primera mitad del día, sin descartarlos el resto del día de forma aislada. Brumas o bancos de niebla en el noroeste y en áreas montañosas. Temperaturas mínimas sin cambios o en ligero descenso y máximas en ascenso. Viento de norte y noroeste flojo.

Sábado:

Intervalos nubosos. No se descartan chubascos en el este. Temperaturas mínimas con pocos cambios y máximas en ascenso en el noroeste y con cambios ligeros en el resto. Viento del sur flojo con intervalos de moderado.

La calima pone a las ciudades en alerta por contaminación y lluvias de barro

La capa de polvo del Sáhara que ha cubierto este martes la península ibérica y las islas Baleares impulsada por la borrasca Celia ha puesto en alerta a las ciudades por la calidad del aire "extremadamente desfavorable" y por algunas "lluvias de barro".

Desde Samur-Protección Civil han recomendado hidratarse, cerrar ventanas, salir con mascarilla y limitar la actividad física al aire libre en este episodio de calima que, aunque no es la primera vez que se produce en España -y de hecho es habitual en puntos de Canarias-, no se daba con esta intensidad desde hacía varias décadas.

La llegada de polvo en suspensión ha ido avanzando desde el sureste, donde comenzó el lunes y es más intensa, y ha dejado cielos oscurecidos -teñidos en muchos casos de un llamativo naranja rojizo- y notables capas de polvo en casas, aceras y coches.

¿Hasta cuándo va a durar?

Se espera que el fenómeno meteorológico alcance su mayor incidencia hoy miércoles, se mantenga activo hasta el jueves y que, en su avance hacia el norte, alcance Holanda e incluso el noroeste de Alemania.

Las implicaciones en la salud de respirar este aire con pequeñas partículas secas incluyen un incremento en la probabilidad de sufrir enfermedades respiratorias y cardiovasculares, según han alertado las autoridades sanitarias, que recomiendan además a los ancianos, niños y personas con patologías respiratorias que vigilen sus síntomas y que tomen medidas como limpiar con un paño húmedo las superficies en el interior de las viviendas donde haya caído polvo.

En lugares donde las lluvias o nevadas arrastran el polvo hasta la superficie -lo que se conoce como "deposición húmeda del polvo"-, este genera barro, hecho que, por ejemplo, se ha producido en Cercedilla (Madrid), donde el fenómeno ha llevado a la estación Valdesquí a cerrar "hasta nuevo aviso".

Según ha avanzado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la probabilidad de calima se mantendrá en la Península y Baleares, por lo que las precipitaciones podrán volver a ir acompañadas de barro.

Además, esta particular situación favorecida por ese viento cálido de origen africano en la borrasca Celia ha elevado las temperaturas hasta los 20 grados o más en puntos del sureste peninsular y hasta los 18 grados en el Cantábrico oriental, según ha informado la Aemet.

Las provincias de Murcia, Alicante, Almería, Madrid, Albacete, Guadalajara, Segovia, Ávila y Burgos, entre otras, han registrado datos de calidad del aire "extremadamente desfavorable", según los datos del Índice de Calidad del Aire en España (ICA).

En Murcia, municipios como Lorca y otras poblaciones de la comarca del Guadalentín, como Águilas, tenían reducciones de visibilidad de forma considerable desde las 15 horas del lunes.

En la ciudad de Madrid, el Ayuntamiento ha activado un dispositivo especial de limpieza para llevar la suciedad que ha teñido de naranja aceras, vehículos y mobiliario urbano; algo que ya ha puesto en marcha 385 servicios de agua.

En Valencia, la incertidumbre por la llegada de la borrasca que ha arrastrado la lengua de polvo ha marcado los inicios de la celebración de las Fallas, pues las fuertes rachas de viento han dañado al menos dos fallas y han retrasado la tradicional mascletà, disparo pirotécnico que finalmente se ha producido este martes.