El próximo martes, el Consejo de Ministros clarificará las dudas sobre las mascarillas en espacios cerrados. No obstante, en un primer avance ya se han apuntado algunas particularidades sobre su uso. En el caso de comercios, museos, o exposiciones, el Ministerio de Sanidad los agrupa como "espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan" o sea, son espacios interiores pero la gente ni está mucho tiempo en ellos ni se queda mucho tiempo parada en el mismo sitio.

De hecho, no hace diferencias, por ejemplo, con el tamaño de los establecimientos ya que asimila grandes centros a pequeños comercios. Aquí, los expertos consideran que el riesgo de transmisión es bajo siempre que no haya aglomeraciones. Por lo que concluye que se debe hacer un "uso responsable" sin más indicaciones. Será la aglomeración de personas y la sensación de falta de espacio, la que determinará para la mayoría si se deben poner la protección o no.

Los riesgos Por el contrario, Sanidad matiza que cines, teatros, o salas de conciertos son "espacios cerrados en los que las personas permanecen sin comer ni beber". Aquí reconocen que el riesgo de transmisión "puede ser alto" y que son lugares donde hay aglomeración de personas con poca distancia y durante varias horas y que pese a tener sistemas de ventilación, esta "no siempre está garantizada". Por tanto, la Ponencia de Alertas pide el uso responsable si se está un tiempo prolongado.

Por lo que respecta a bares, restaurantes, o locales de ocio nocturno, se determina que son "lugares cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo". Aquí, la probabilidad de transmisión es directamente elevada.

Los expertos sanitarios coinciden en que el riesgo de no llevar la mascarilla en estos lugares en ningún momento "probablemente no sería mucho mayor que el riesgo de hacerlo de forma intermitente como ahora solo cuando las personas se levantan de la mesa", por lo que de nuevo se apela al "uso responsable" del cubrebocas.